¿Qué tienen en común famosos como Kim Kardashian, Olivia Palermo, Jay Z, Justin Bieber, Michael Jordan, Michael Schumacher o Nicky Hilton? Fácil, la shamballa.Quizás tenga nombre de baile exótico o de un grupo musical isleño que hace fusiones de ritmos africanos con sonatas occidentales modernas. Pero no, las shamballas son unas pulseras tibetanas que están causando furor entre los ricos y famosos, quienes sustituyeron las pulseras conocidas como skull por estas; lo que no debe sorprender a nadie, ya que es común en el fashionista mundo de las elites sociales y “artitaje”, donde todo es efímero y en masa.
Te preguntarás: “¿Qué tienen de particular estas pulseritas?”, y cualquiera te puede responder, que: “¡ná! Una balsa de bolitas agarrá por un hilo”. Lo cual sería una respuesta un tanto ignorante porque la megadiva de Kim no usaría nada si no le aportara un “plus”, algo que le haga sentir “más espiritual”.
Es cierto que las shamballas (también conocidas como “shambhala” o “shambala”) son unas coquetas pulseras elaboradas con bolas hechas con hilo de nylon y con un clásico cierre (el cual es bastante práctico), estructurado en la técnica del macramé. Pero quienes las confeccionan aseguran que estas les ofrecen a sus usuarios armonía, pues poseen la energía que equilibra al cuerpo y la mente, debido a las bolas, ya sea de cristal, resina, madera, piedras semi-preciosas o strass con las que son hechas.
¡Qué fluya la energía!
El significado se remonta en los antiguos textos de la medicina tradicional tibetana, a lo que llaman “el reino de Shamballa”, al que describen como un reinado espiritual y feliz.
Como la moda es reciclable, y al parecer las buenas vibras también, las shamballas pretenden aportar, a través de sus piedras, todo aquello de lo que carece la sociedad moderna, o sea, fraternidad, raciocinio, felicidad, tranquilidad, bienestar físico y espiritual.
Quizás, si estas pulseras se popularizan en la República Dominicana no estaría mal elaborar una campaña orientada a utilizarlas para controlar los ánimos de los dominicanos, quienes cada vez están más violentos e irracionales; o que los dirigentes políticos, representantes del Estado o los encargados de llevar el orden las lleven consigo para que al momento de tomar decisiones sean más enfocadas al bienestar general.
Pero esto es moda, tampoco se puede politizar algo como las shamballas, un elemento trivial que hace un “llamado” al equilibrio espiritual y emocional a través de hilo de nylon y bolitas.
