El Papa advirtió recientemente sobre la sobre abundancia de estímulos de la sociedad de la información y exhortó al equilibrio entre silencio y palabra.
Pondera el Pontífice que el mar de ruido y bombardeo continuos de mensajes a que están expuestos los seres humanos, erosiona la capacidad de reflexión y discernimiento.
“Sobrecomunicadas” como hoy día estamos, se reducen las posibilidades de reconocer lo verdaderamente importante, paradójicamente.
La presente campaña electoral es referente de tal estado cosas. Los dominicanos recibimos mucha espuma y poco chocolate con relación a los problemas del país y cómo enfrentarlos, de parte de los candidatos, que en cambio nos ensordecen y adormecen con mucha pero vacua e insulsa bulla.