Dos años fuera de los escenarios le sirvieron a Laura Pausini para madurar y regresar más impactante al mundo del espectáculo con un exquisito disco y un montaje impresionante. Es innegable que su lujosa producción, Inédito World Tour, -que trajo al Palacio de los Deportes el empresario César Suarez- no tuvo desperdicio.
Figuras como Mark Fisher (arquitecto inglés y escenógrafo de Pink Floyd y U2, creador de producciones excepcionales para el Cirque du Soleil), Patrick Woodroffe (diseñador de iluminación para Bob Dylan, Rolling Stones y del incumplido show This is it con Michael Jackson), Catherin Buyse (jefe del departamento de vestuario para las películas Star Wars, The Tourist) y Nikos Lagousakos (coreógrafo de fama internacional) le dan un peso de calidad a cada elemento visual de la plataforma artística de Pausini, quien se encarga del resto: aportar su potente voz, sus hermosas canciones y su carisma para ofrecer un concierto inolvidable.
Su presentación del pasado miércoles la trajo igual de exquisita en sus interpretaciones, aunque evidentemente mejorada con su propuesta visual, que se sustenta en la espectacularidad que brinda una pantalla gigante de última generación que transforma todo el fondo del escenario con una ambientación (algunas veces en 3D) con la temática de cada canción. Un nuevo concepto que le permite tener las pausas necesarias a Laura, y donde le saca mayor provecho a la música electrónica y al trabajo en solitario de sus músicos y bailarines.
Luego de la participación de la contraparte dominicana, que en esta ocasión trajo la buena labor de los comediantes Bolívar Valera (El Boli) e Irving Alberti, la propuesta musical inició con el primer single de Inédito, “Bienvenido”, con una Pausini ajustada a unos pantalones y blusa dorada en compañía de sus cinco músicos, tres coristas e igual número de excelentes bailarines. Su concierto fue una mezcla de rock, acústica, dance y electrónica, con un mayor porcentaje de balada-pop , que fue la parte con la que logró definitivamente el mayor contacto y la química con la multitud.
Una artista que se ha reencontrado
Con seis cambios de vestuario acordes a cada ambientación, Laura no solo se circunscribe a sus nuevas canciones, ya que la mayor fortaleza de su entrega se la gana con sus éxitos añejos de sus 19 años de trayectoria musical. Desde “La soledad”, “Inolvidable”, “Amores extraños”, “Se fue”, “El valor que no se ve”, “Gente”, “Escucha atento”, “Entre tú y mil mares”, “Yo canto”, “Víveme”, “Como si no nos hubiéramos amado” o “Volveré junto a ti”, hasta los cortes más recientes de Inédito de la estrella italiana, lograron encendidos coros de las más de cuatro mil personas que asistieron al concierto, que se vio afectado por los aguaceros que cayeron en la capital. “Entre tú y mil mares”, “Primavera anticipada”, “Hace tiempo”, de Ivanno Fossatti, “Las cosas que no me espero”, “Jamás abandoné”, “Celeste”, “Quién lo sabrá”, “Surrender”, “Bellísimo así” y “Mi banda toca el rock”, son parte del menú.
