“Nunca me habían humillado tanto”

La merenguera Miriam Cruz aún no se recupera por el trauma que le ha causado el incidente en el que casi pierde la vida cuando un grupo de policías…

“Nunca me habían humillado tanto”

La merenguera Miriam Cruz aún no se recupera por el trauma que le ha causado el incidente en el que casi pierde la vida cuando un grupo de policías la perseguía disparándole a su vehículo en Barahona.

La merenguera Miriam Cruz aún no se recupera por el trauma que le ha causado el incidente en el que casi pierde la vida cuando un grupo de policías la perseguía disparándole a su vehículo en Barahona.No le ha sido fácil digerir ese episodio, el que le cuesta narrar sin que se le corte la voz. Las secuelas de aquel día “no podré superarlas del todo, porque en las noches siempre tengo uno que otro recuerdo y sobresaltos.

Sé que con el tiempo iré mejorando, pero por el momento lo que puedo decir es que estoy bien, porque el Señor siempre ha estado pendiente de todo lo mío”, expresó la intérprete de “Cosas de él” en exclusiva a elCaribe. “Es la primera vez, en 25 años de carrera, que paso por un episodio tan espeluznante, porque solo así puedo definirlo. Nunca me habían humillado tanto, y gracias a Dios puedo decir que fue un atropello y no algo más lamentable”, añadió la merenguera, quien no está conforme con las cancelaciones y las amonestaciones de algunos de los agentes que actuaron en el caso.

“No fue un arreglo de dos, porque eran más de 20 uniformados que estaban corroborando la acción de los de más alto rango. Pienso que hay que extirpar el cáncer de cuajo para que esto no vuelva a pasar. No es subsanar solamente o pasarle ungüento a la llaga”, dijo.

Historia de la persecución

Según narró Miriam, los disparos contra su vehículo iniciaron cerca de las 2:50 de la madrugada del pasado sábado a la salida de Barahona, luego de finalizar una fiesta frente al hotel Costa Azul.

“Cuando escuchamos los tiros seguimos corriendo, porque no sabíamos quién estaba disparando contra nosotros, pensamos que eran delincuentes, porque creo que hay una serie de procedimientos que la Policía debe ejecutar antes de disparar, como perseguir hasta el final y poner los altoparlantes, porque tú no puedes disparar sin saber quién va en un vehículo”, entiende.

La debilidad en el sistema de seguridad en esa zona, dijo que la pudo comprobar porque no encontraron un retén (puesto de chequeo) a la salida de la provincia, y que solo había una barricada sin policía, teniendo que entrar a la maleza para poder salir en el vehículo.

De pronto, a unos 200 metros del puesto de chequeo, se detuvieron en un establecimiento cuando se dieron cuenta de que cuatro vehículos y dos motores venían persiguiéndolos. “Cuando vi que eran policías me detuve, sin que en ningún momento los agentes se identificaran”, narró el esposo de la cantante, Engelbert Landolfi, quien iba al volante.

Recuerda que al parquearse, su seguridad le pidió que se escondieran detrás del establecimiento (Landolfi, Miriam y el director de la orquesta Henry Jiménez) para investigar qué era lo que ocurría. “Cuando el seguridad personal comprueba que son policías, levanta las manos y le dice a los agentes que es la merenguera Miriam Cruz que viene de tocar una fiesta y es cuando le dicen que se calle la boca y le disparan a quemarropa en las piernas”, reveló Landolfi.

Dijo que al momento de los disparos su guardaespaldas vociferó “me dieron” y es cuando los obligan a salir y revisan de “arriba abajo el vehículo”.

“Eran tantos uniformados que no puedo pensar que uno de ellos no me reconoció, y más viendo mi guagua laminada. Al salir del lugar donde me estaba protegiendo me pusieron de espaldas contra una pared, como cuando van a fusilar a cuatro personas y luego nos dijeron que nos arrodillaran”, expresó Miriam.

“Solo le oraba y le pedía al Señor, porque no había forma de que los policías entendieran, parecían perros autómatas, salvajes que no entendían nada”, afirmó.

Su esposo recordó que un mayor de la Policía (el cual no identificó) que pasaba en ese momento por el lugar se detuvo para percatarse de lo que pasaba y al ver el vehículo de Miriam reconoció a la artista en el suelo y de inmediato mandó a los agentes a bajar las armas. “Sin perder tiempo, el mayor nos facilitó su vehículo para que lleváramos a nuestro guardaespaldas al hospital y a Miriam la tuvieron que sedar”, indicó Landolfi.

Desde entonces, el temor se ha apoderado de la merenguera, ahora prefiere viajar a las fiestas con todos los músicos. “No he podido superarlo, pero sé que el tiempo me ayudará”, reveló.

La Policía dispone más cancelaciones

La Policía Nacional dispuso la cancelación de otro cabo de esa institución, el retiro forzoso de un segundo teniente y sanción de 30 días contra un sargento, por su participación en el tiroteo contra el vehículo de Miriam Cruz, donde resultó herido su seguridad personal, con lo que suman cuatro los agentes separados de la institución.

Se trata del cabo Rainer Acosta Medina, quien se suma al también cabo Rafael Cuevas Feliz y los rasos Julio César Castro Feliz y Pascual Escalante Peña, separados de la institución por el mismo hecho.

El otro sargento sancionado con 30 días de arresto es César Manuel Román Urbáez, por no tener control del personal bajo sumando. Mientras que se varió la sanción de 30 días que había sido impuesta al segundo teniente Domingo Peña Féliz, para que sea puesto en retiro.

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La merenguera Miriam Cruz aún no se recupera por el trauma que le ha causado el incidente en el que casi pierde la vida cuando un grupo de policías la perseguía disparándole a su vehículo en Barahona.No le ha sido fácil digerir ese episodio, el que le cuesta narrar sin que se le corte la voz. Las secuelas de aquel día “no podré superarlas del todo, porque en las noches siempre tengo uno que otro recuerdo y sobresaltos.

Sé que con el tiempo iré mejorando, pero por el momento lo que puedo decir es que estoy bien, porque el Señor siempre ha estado pendiente de todo lo mío”, expresó la intérprete de “Cosas de él” en exclusiva a elCaribe. “Es la primera vez, en 25 años de carrera, que paso por un episodio tan espeluznante, porque solo así puedo definirlo. Nunca me habían humillado tanto, y gracias a Dios puedo decir que fue un atropello y no algo más lamentable”, añadió la merenguera, quien no está conforme con las cancelaciones y las amonestaciones de algunos de los agentes que actuaron en el caso.

“No fue un arreglo de dos, porque eran más de 20 uniformados que estaban corroborando la acción de los de más alto rango. Pienso que hay que extirpar el cáncer de cuajo para que esto no vuelva a pasar. No es subsanar solamente o pasarle ungüento a la llaga”, dijo.

Historia de la persecución

Según narró Miriam, los disparos contra su vehículo iniciaron cerca de las 2:50 de la madrugada del pasado sábado a la salida de Barahona, luego de finalizar una fiesta frente al hotel Costa Azul.

“Cuando escuchamos los tiros seguimos corriendo, porque no sabíamos quién estaba disparando contra nosotros, pensamos que eran delincuentes, porque creo que hay una serie de procedimientos que la Policía debe ejecutar antes de disparar, como perseguir hasta el final y poner los altoparlantes, porque tú no puedes disparar sin saber quién va en un vehículo”, entiende.

La debilidad en el sistema de seguridad en esa zona, dijo que la pudo comprobar porque no encontraron un retén (puesto de chequeo) a la salida de la provincia, y que solo había una barricada sin policía, teniendo que entrar a la maleza para poder salir en el vehículo.

De pronto, a unos 200 metros del puesto de chequeo, se detuvieron en un establecimiento cuando se dieron cuenta de que cuatro vehículos y dos motores venían persiguiéndolos. “Cuando vi que eran policías me detuve, sin que en ningún momento los agentes se identificaran”, narró el esposo de la cantante, Engelbert Landolfi, quien iba al volante.

Recuerda que al parquearse, su seguridad le pidió que se escondieran detrás del establecimiento (Landolfi, Miriam y el director de la orquesta Henry Jiménez) para investigar qué era lo que ocurría. “Cuando el seguridad personal comprueba que son policías, levanta las manos y le dice a los agentes que es la merenguera Miriam Cruz que viene de tocar una fiesta y es cuando le dicen que se calle la boca y le disparan a quemarropa en las piernas”, reveló Landolfi.

Dijo que al momento de los disparos su guardaespaldas vociferó “me dieron” y es cuando los obligan a salir y revisan de “arriba a bajo el vehículo”.

“Eran tantos uniformados que no puedo pensar que uno de ellos no me reconoció, y más viendo mi guagua laminada. Al salir del lugar donde me estaba protegiendo me pusieron de espaldas contra una pared, como cuando van a fusilar a cuatro personas y luego nos dijeron que nos arrodillaran”, expresó Miriam.

“Solo le oraba y le pedía al Señor, porque no había forma de que los policías entendieran, parecían perros autómatas, salvajes que no entendían nada”, afirmó.

Su esposo recordó que un mayor de la Policía (el cual no identificó) que pasaba en ese momento por el lugar se detuvo para percatarse de lo que pasaba y al ver el vehículo de Miriam reconoció a la artista en el suelo y de inmediato mandó a los agentes a bajar las armas. “Sin perder tiempo, el mayor nos facilitó su vehículo para que lleváramos a nuestro guardaespaldas al hospital y a Miriam la tuvieron que sedar”, indicó Landolfi.

Desde entonces, el temor se ha apoderado de la merenguera, ahora prefiere viajar a las fiestas con todos los músicos. “No he podido superarlo, pero sé que el tiempo me ayudará”, reveló.

La Policía dispone más cancelaciones

La Policía Nacional dispuso la cancelación de otro cabo de esa institución, el retiro forzoso de un segundo teniente y sanción de 30 días contra un sargento, por su participación en el tiroteo contra el vehículo de Miriam Cruz, donde resultó herido su seguridad personal, con lo que suman cuatro los agentes separados de la institución.

Se trata del cabo Rainer Acosta Medina, quien se suma al también cabo cabo Rafael Cuevas Feliz y los rasos Julio César Castro Feliz y Pascual Escalante Peña, separados de la institución por el mismo hecho.

El otro sargento sancionado con 30 días de arresto es César Manuel Román Urbáez, por no tener control del personal bajo sumando. Mientras que se varió la sanción de 30 días que había sido impuesta al segundo teniente Domingo Peña Féliz, para que sea puesto en retiro.

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