MADRID (AP).– Cientos de miles de personas en 60 ciudades españolas participaron el domingo en las protestas convocadas por los principales sindicatos del país para manifestarse en contra de las nuevas reformas laborales y recortes implementados por el gobierno español.
Los mítines son el primer despliegue de fuerza sindical antes de una huelga general programada para el 29 de marzo en oposición a las reformas y medidas de austeridad recientemente aprobadas.
La mayoría de las protestas del domingo fueron precedidas por las ceremonias que marcaron el octavo aniversario de los ataques del 11 de marzo de 2004 que causaron la muerte de 191 personas en el sistema ferroviario de Madrid, el peor ataque terrorista islámico perpetrado en Europa.
Las reformas, aprobadas por decreto el mes pasado y confirmadas en el parlamento el jueves, reducen el costo de despedir trabajadores y facilitan las condiciones bajo las que pueden ser cesados.
«Esta es una reforma que no va a crear empleo, así que no está justificada», dijo la manifestante Marta Lois, de 39 años, que agregó que «nos están recortando nuestros derechos como nunca antes».
Los líderes de las Comisiones Obreras y de la Unión General de Trabajadores (UGT), que convocaron en conjunto a la huelga del 29 de marzo y a las marchas del domingo, se reunieron antes de una marcha multitudinaria en Madrid para pedir al gobierno que negocie con ellos la implementación de lo que llamaron reformas «drásticas».
Ignacio Fernández Toxo, secretario general de las Comisiones Obreras, dijo que el paquete de austeridad se inclinó tanto a favor de las empresas que hace que las condiciones laborales en España se asemejen a las que hubo en el país durante la dictadura del general Francisco Franco, que gobernó de 1939 a 1975.
«Las reformas laborales van a provocar una profunda regresión social en nuestro país», dijo Cándido Méndez, secretario general de la UGT.
Medidas de austeridad menos drásticas planteadas por el anterior gobierno socialista detonaron una huelga general el 29 de septiembre de 2010, si bien ese paro de labores fue sólo parcialmente respetado por los trabajadores.
Antes de aprobar las reformas actuales, el primer ministro Mariano Rajoy fue escuchado varias veces decir a sus homólogos de la Unión Europea en Bruselas que las medidas que tenía en mente le generarían una huelga general.
