Munich. Steven Spielberg se pasa del cine puramente comercial y de entretenimiento a un cine comprometido, de una gran carga política y social con una efectividad que espanta. «Munich» entra en esta última categoría, un proyecto que acarició durante muchos años y que no fue posible hasta que le cayera en las manos el polémico libro «Vengeance: The True Story of an Israelí Counter-Terrorist Team» que publicó George Jonas en el 1984, texto del cual salió un guión inquietante escrito por Tony Kushner y Eric Roth.
«Munich» es sin duda una de las producciones más complejas de Spielberg –en términos políticos– debido al conflicto que retrata y las pasiones que desató su estreno: unos le calificaron de pro palestinos y otros pro israelíes. Las tesis que se manifiestan en esta película están más que debatidas desde el principio mismo de este enfrentamiento histórico.
«Munich» es más que el punto de vista de Spielberg, tratados con puntualidad, inteligencia y el ritmo punzante de su guión. Es una película redonda, que no se salta líneas y va de la mano de lo que supuestamente sucedió el día 5 de septiembre de 1972 en las villas olímpicas: imágenes contadas a pulso, con una precisión de reloj suizo sin concesiones para el aburrimiento.
Director: Steven Spielberg.
Intérpretes: Eric Bana, Daniel Craig, Ciarán Hinds, Mathieu Kassovitz, Geoffrey Rush, Michael Londsdale, Mathieu Amalric.
Guión: Tony Kushner y Eric Roth.
Año: 2006.
Duración: 2 horas y 40 minutos.
Bobby. Emilio Estévez, director y actor de la película, idealiza aún más la figura de este personaje político en el drama Bobby, un filme que tanto apela a las imágenes documentales de la campaña y los discursos del candidato demócrata como a las efectivas y puntuales actuaciones de un elenco coral que retrata –a manera de instántaneas– con 22 microhistorias su cuadro argumental.
Las pulsasiones cinematográficas de este drama dibujan el mapa político del discurso asumido por Bobby en las primarias demócratas de 1968, que en varias ocasiones negó que participara en ellas para enfrentar a su compañero de partido, el presidente Lyndon Johnson. Bobby, que es tratado casi en igualdad de condiciones con respeto al resto de las historias paralelas visualizadas por Estévez, es una loa al optimismo e idealismo que mistificaron el peso histórico y social del clan Kennedy. “Los problemas de los que hablaba Bobby entonces son los mismos a los que nos enfrentamos hoy. Decidimos resignarnos y creo que eso sigue siendo parte de lo que somos hoy. Es desesperanzador. Por eso espero que esta película nos haga plantearnos por qué no hemos avanzado y muestre la relevancia que siguen teniendo sus palabras”, declaró Estévez al periódico español El País según recoge un reportaje publicado el 17 de noviembre del 2006.
Director: Emilio Estévez.
Intérpretes: Harry Belafonte, Sharon Stone, Helen Hunt, Laurence Fishburne, Martin Sheen, Anthony Hopkins, Lindsay Lohan, Elih Wood, Emilio Estévez, Demi Moore.
Guión: Emilio Estévez.
Año: 2006.
Duración: 2 horas.
The Iron Lady. La dama de hierro, como se le calificó a la inquilina que ocupó el número 10 de Downing Street por su agudeza, tozudez y radical oposición a la entonces Unión Soviética, es un biopic que recrea muy convincentemente la incursión de Thatcher en la política, película en la que la directora Phyllida Lloyd y la oscarizada Meryl Streep se vuelven a dar la cara tras su exitosa unión en la taquillera Mamma Mía!
El filme, de ritmo lento y en buena medida se queda en las ramas sin profundizar en los detalles que tanto pueden enriquecer el biopic de corte político (como el cautivante y revelador filme La reina de Stephen Frears), puntualiza la victoria de Thatcher en las elecciones generales de 1959 en la que se alzó con un escaño en el Parlamento británico; su triunfo en 1982 en la guerra con Argentina por Las Malvinas, enfrentamiento que le garantizó la reelección y su inesperada pero oportuna renuncia del cargo que ostentó durante once años.
Es la típica historia de una mujer de trascendencia mundial que no podía caer en otras manos que no fuera en las de una Meryl Streep que babea por estos roles que garantizan nominaciones en la temporada de premios hollywoodenses. Y el tiempo le concedió razón, gracias a que su inmejorable interpretación de Margaret Thatcher, acento incluído, le mereció el tercer Oscar de su carrera. No era para menos.
Director: Phyllida Lloyd.
Intérpretes: Meryl Streep, Jim Broadbent, Susan Brown, Alice da Cunha y Phoebe Waller-Bridge.
Guión: Abi Morgan.
Año: 2012.
Duración: 1 hora y 45 minutos.
The Ides of March. Como «Ides of March» hay muchas otras referencias cinematográficas, pero pocas con la intensidad y el suspenso que Clooney logra imprimirle a esta magnífica producción. Si Clooney y Gosling mastican sin rumiar un guión primoroso escrito a tres manos, el resto del elenco tiene estatura olímpica gracias a las tremendísimas actuaciones de Philip Seymour Hoffman, Paul Giamatti y Evan Rachel Wood en el personaje de la becaria que no podía faltar en esta trama.
Si con Buenas noches, buenas suerte (Good Night, and Good Luck) George Clooney demostró su ojo clínico para hacerse de una historia con la que debutó por todo lo alto como director. Con The Ides of March el carismático actor reafirma que lo suyo no fue un golpe de suerte, que esto de hacer cine es un asunto serio y si no está políticamente comprometido, mucho mejor.
«The Ides of March», basada en una obra teatral, nominada al Oscar en Mejor guión adaptado, es un retrato fiel de ese submundo inquietante que va permeando con discresión la entereza y credibilidad de las personas con dignidad incuestionable. El paisaje al otro lado de la acera potencializa el trasfondo filosófico para los que creen en que el hombre es por naturaleza un animal político.
Y como toda película del género, atribuyen las características del Stephen Meyers ficticio –interpretado por un Ryan Gosling convincente y sin desperdicios– a un mítico jovenzuelo que en la campaña del 2008 le pisaba los talones a Barack Obama en la carrera hacia la presidencia de los Estados Unidos, escribiendo discursos y otras piezas editoriales para el entonces candidato.
Director: George Clooney.
Intérpretes: Ryan Gosling, George Clooney, Philip Seymour Hoffman, Paul Giamatti y Evan Rachel Wood.
Guión: George Clooney, Grant Heslov y Beau Willimon.
Año: 2011
