El liderazgo de Miguel Vargas

Lo que se veía venir ya lo estamos viviendo. Tras las elecciones, Hipólito Mejía se ha declarado líder de la oposición y sus seguidores en el PRD han comenzado temprano a pedirle cuentas a quienes apostaron a su fracaso,

Lo que se veía venir ya lo estamos viviendo. Tras las elecciones, Hipólito Mejía se ha declarado líder de la oposición y sus seguidores en el PRD han comenzado temprano a pedirle cuentas a quienes apostaron a su fracaso, incluyendo al presidente del partido, Miguel Vargas, que asume que el líder es él.
John Maxwell, en su libro “Las 21 Cualidades Indispensables de un Líder”, señala el compromiso como la número tres. Define el compromiso como lo que separa a los hacedores de los soñadores.

“La gente no sigue a los líderes no comprometidos. El compromiso puede mostrarse en un amplio rango de aspectos que incluyen las horas de trabajo que decides emplear, cómo trabajas para mejorar tus capacidades, o qué es lo que haces por tus compañeros en materia de sacrificio personal”, observa.

Hablando de compromiso, Arthur Gordon dijo: “Nada es más fácil que hablar palabras. Nada es más difícil que vivirlas día tras día”.

Como periodista, di seguimiento a la campaña electoral y lo que vi fue un PRD en una batalla desigual que se adentraba en el corazón de la gente. Dirigencia y compañerito de la base estaban tirados calle al medio tras el poder.

¿Y Miguel? Por alguna razón solo explicable en los recónditos sentimientos que mueven en reversa un espíritu bastardo, el líder decidió dejarse dominar por una cuestión umbilical y no marchar junto a los suyos. Entonces, ¿con qué talante se asume como el líder de aquellos a los que les dio la espalda?

Recuerdo un colombiano con el que, en Estados Unidos, aprendí a ser electricista, buen plomero y mejor carpintero, quien cuando alguien pretendía tomarlo por tonto le tocaba el rostro con la yema de los dedos, y ya en las noches del SoHo neoyorkino, entre Felipe II y Budweiser, con el irreverente estilo paisa, comentaba “¡qué cara e´palo es ese man!”.

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