Con su sacrificio, los héroes de junio de 1959, enseñaron al pueblo dominicano, y a la comunidad mundial, que ningún régimen de opresión puede impedir la lucha por un estado de derechos cuando es la aspiración de hombres y mujeres preparados para ofrendar sus vidas para liberarse e instaurar un sistema democrático que se sustente en el respeto a la dignidad humana. Es el legado más importante que nos dieron los héroes de junio de 1959. Su sangre fue estímulo para un pueblo que deseaba el fin de la dictadura.
De los 193 expedicionarios de junio de 1959, los que llegaron por Constanza, el 14 de junio, y los que desembarcaron por Maimón y Estero Hondo, el 20 de junio, sobrevivieron los dominicanos Poncio Pou Saleta, Mayobanex Vargas y Francisco Medardo Germán, y los cubanos Delio Gómez Ochoa y Pablito Mirabal.
Otro dominicano sobreviviente, fue Gonzalo Almonte Pacheco, luego desaparecido en la ciudad de Santo Domingo, por agentes de la dictadura de Trujillo.
Otros cayeron en los frentes de batalla, y fusilados en la Base Aérea de San Isidro, por una disposición del jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Rafael Leónidas (Ramfis) Trujillo Martínez, hijo del dictador. Pablito Mirabal, llegó al rango de teniente del Ejército cubano y murió al ser alcanzado por una descarga eléctrica en el año 1969.
Delio Gómez Ochoa, nacionalizado dominicano, se encuentra en el país. En 1997, el gobierno del presidente Leonel Fernández le concedió la ciudadanía privilegiada por su contribución a la lucha antitrujillista en favor de las libertades del pueblo dominicano. La gesta de junio de 1959, constituyó para los dominicanos un despertar. Pues la derrota militar señalaría la vía para la lucha que no se detendría hasta terminar con la dictadura de Trujillo. Entre los objetivos de los expedicionarios figuran: Derrocar por todos los medios a su alcance el régimen de opresión y sangre establecido en el país por Trujillo desde el año 1930. Y establecer, un gobierno provisional democrático revolucionario que en un período de dos años pusiera en marcha el programa de la Revolución y creara las condiciones para que el pueblo dominicano pueda ejercer libremente sus derechos políticos y sociales. Y derogar toda la legislación antidemocrática de la tiranía.
Esto es lo más importante del legado de los héroes de junio de 1959. No vinieron con la idea de tomar el poder para acomodarse y reproducir los actos de la tiranía. Vinieron con la aspiración de establecer un estado de derechos, respetuoso de la dignidad humana.
¡Honremos siempre a los héroes de junio de 1959, hoy a través de los sobrevivientes Mayobanex Vargas y Delio Gómez Ochoa. La gratitud es imperecedera. Nos enseñaron la vía que conduce a la democracia!
