Estampida de haitianos ante represalia por muerte religioso

San José de las Matas.-Los obreros haitianos han tenido que huir en  estampida en al menos cuatro comunidades de este municipio, ante el…

San José de las Matas.-Los obreros haitianos han tenido que huir en  estampida en al menos cuatro comunidades de este municipio, ante el temor a represalia por la muerte a tiros del presidente de asamblea, Antonio de Jesús Rodríguez asesinado durante un atraco.

Los mas afectados son los extranjeros que se dedicaban a recolectar café en las plantaciones agrícolas de la zona, algunos sacados a la fuerza en las comunidades El Corocito, Jumunucú, Mata Grande y  Rincón Piedra, donde residía Rodríguez junto a su esposa Leonidas Taveras Espinal. 

Juan Manuel Abreu, advierte que donde quiera que vean a un haitiano éstos serán sacados, pues no permitirán que sigan ocurriendo hechos como el sucedido el pasado martes.

 Y es que en la zona, supuestamente son azotados por una ola de atracos cometidos por indocumentados de la vecina nación.

La familia de Antonio de Jesús Rodríguez, sin embargo, solo reclama que sean apresados los tres que cometieron el hecho.

Aunque las familias haitianas, al menos 250 dejaron abandonados sus ajuares, sus casas permanecen intactas.

 Leonidas Taveras Espinal, narra a El Caribe, que en momento que descansaban en su hogar, los tres hombres se presentaron a la casa y que su esposo al ver que intentaron dispararle a ella, se interpuso por lo que el disparo lo impactó en el estómago.

Aunque logran identificar al que disparó, todavía ninguno delos tres han sido apresado. Amigos y vecinos han intensificado la búsqueda de los asesinos en las comunidades de Mata Grande y Los Montones.

 Hasta el momento, ninguna autoridades Migración se ha presentado a la zona para impedir que continúen la estampida.

 “Yo no quiero que pague ningún inocente, si fueron esos tres que los apresen y que la justicia de Dios y la tierra sea las que los condene”, refiere Taveras Espinal.     

Juana Rodríguez, hija de la víctima solo lamenta que su padre y su madre tuvieran que postergar su salida de esa comunidad, pues tenían pensado mudarse en agosto a la comunidad de Gurabo en Santiago, donde ella está construyendo una vivienda.

Los vecinos del religioso lo definen como una persona honesta y que a la comunidad haitiana le brindaba ayuda constante.

“Era como el padre de esta comunidad, inyectaba a los niños y los ancianos cuando acudían enfermos, le daba un plato de comida a cualquiera y ayudaba a los desvalidos”, indica Adelina Rodríguez, una vecina de Antonio de Jesús, quien fue sepultado la tarde del miércoles en el cementerio de Rincón Piedra.    Adelina es otra de la que reclama que desparezca la presencia haitiana de la zona, pues teme que sigan ocurriendo hechos similares.

Recuerda que esa misma noche fueron varias las familias atracadas por el grupo, al punto que en medio de la polvorienta carretera fueron encontrados paneles solares, radios y hasta televisores.

 

 

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