Conmoción por muerte de joven sacerdote de PP

Puerto Plata. “Ha partido al cielo un ángel, un ungido de Dios que cumplió con su misión”, manifestó Máxima Cabrera, madre de Víctor Manuel Cabrera, el sacerdote que murió junto a dos parientes

Puerto Plata. “Ha partido al cielo un ángel, un ungido de Dios que cumplió con su misión”, manifestó Máxima Cabrera, madre de Víctor Manuel Cabrera, el sacerdote que murió junto a dos parientes en un accidente. Lloraba desconsoladamente por quien aún le llama “mi niño”, por ser el más pequeño de sus ocho hijos, mientras su hermana Digna Martínez lo definía como un ángel.

El cuerpo del cura de la orden salesiana, fallecido en Jarabacoa, fue primeramente velado en la iglesia La Altagracia, del barrio Conani, comunidad que lo vio crecer y donde tenía previsto celebrar la primera eucaristía, un día después de ser ordenado sacerdote.

Sus hermanos, trece en total, sus sobrinos y sus compañeros de hábito definen a Kiko, como era llamado por sus amigos,  como un emisario de Dios que se ganaba el corazón de la gente por su trato afable.

En la manzana 18 de dicha barriada donde residía la familia del sacerdote, los vecinos prácticamente se lanzaban al ataúd y lo lloraban como si fuera un familiar cercano.

Martínez Cabrera, de 29 años, regresó recientemente de México donde pasó tres años. Murió este domingo en un accidente acaecido en la llamada Curva de la Virgen cuando, junto sus parientes  Manuel Jerez y Petra Jiménez, se dirigía con destino a Puerto Plata.

En el hecho resultaron heridas Anny Patricia Jerez y la mexicana Verónica Núñez.  Ambas  mujeres se hallan actualmente recluidas en un centro de salud.
Sus restos fueron escoltados por una multitud, en medio de muestras de dolor y llanto, desde la parroquia hasta la catedral San Felipe, durante una misa de cuerpo presente oficiada por el obispo de la diócesis de Puerto Plata, Julio César Corniel Amaro.

Mientras tanto, Jerez y Jiménez fueron sepultados en Santo Domingo, el religioso fue llevado a La Vega, lugar donde la comunidad salesiana tiene su bóveda para todos los miembros de esa orden.

Valoración del obispo

El obispo Corniel Amaro, dijo que Martínez Cabrera ya había realizado todos los proyectos y completó su vida con el sentido real que ésta tiene para los seres humanos.  A su juicio, el sacerdote fallecido era un joven inteligente, preocupado por los demás. Como salesiano, Martínez Cabrera había sido designado para trabajar en la promoción vocacional en su parroquia de origen.

“Yo lo conocí y sé que era un joven sano, de entrega, dialogué varias veces con él, desde antes de ser ordenado. Él había pasado sus tres últimos años en México, pero me había pedido el servicio de ordenarlo sacerdote y hasta me acompañó en algunas celebraciones en la Catedral”, refirió Corniel Amaro.

 Paúl Veras, un joven abogado puertoplateño, al valorar al sacerdote Víctor Martínez Cabrera dice que éste se ganaba el corazón de todos, porque siempre estaba presto a ayudar a los demás.

La comunidad puertoplateña se sumó al dolor de la familia Martínez Cabrera, algunos salieron a las calles con paños negros o blancos.  Aunque hasta el momento no se han establecido las causas que provocaron el accidente, las versiones preliminares establecen que al parecer Manuel Jerez quien conducía el Jeep Mitsubishi color azul, placa G046925, perdió el control del vehículo cuando bajaban por la carretera Jarabacoa-La Vega.

En ese mismo tramo de la vía que comunica a Jarabacoa con La Vega son varias las  tragedias ocurridas fruto de acciente de tránsito.

Antes de partir hacia Puerto Plata, el sacerdote fue ordenado en la parroquia María Auxiliadora de Jarabacoa por monseñor Julio César Corniel.

A la catedral asistieron dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en Puerto Plata, entre estos el senador Francis Vargas, así como diputados.

Valoran calidad humana del joven religioso

Víctor Martínez nació el 17 de septiembre del 1982 en Puerto Plata, ciudad donde se desarrolló.  En el año 2000, cuando contaba con 18 años, ingresó  al Aspirantado Salesiano Domingo Sabio en Jarabacoa y estudió Teología durante cuatro años en el Instituto Salesiano de Guadalajara, en México. Sus compañeros de estudio, quienes también acudieron al  sepelio, dicen que Martínez Cabrera siempre fue un ejemplo  de amor al prójimo. “Para mí siempre será el niño bueno, que desde pequeño mostró su interés por entregarse a la labor de sacerdote como siervo de Dios”, refirió Máxima Cabrera.

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