La nutrición saludable debe proveer al organismo humano de la energía necesaria para que el corazón mantenga su ritmo cardiaco, y que de esta forma la circulación de la sangre sea factible, el cerebro funcione, se realicen actividades físicas… En fin, para mantener la dinámica corporal activa y funcional.

Tres componentes de la alimentación –proteinas, grasas, carbohidratos– conocidos también como macronutrientes, son los responsables de proveer esta energía cada segundo de nuestra vida. Otros componentes no menos importantes como las vitaminas, minerales y el agua, también deben jugar parte en la cadena alimenticia rutinario de todo ser humano.

Ser “veggie”

Las dietas vegetarianas evidentemente están fundamentadas en contenido vegetal; no obstante, existen variantes como la ovo-lacto-vegetariana, que incluye como fuentes de proteínas huevos y leche y sus derivados; y por otro lado está la lacto-vegetariana, que mezcla el aporte de calorías a partir de la leche y los vegetales.

En la nutrición infantil es muy importante el aporte de cada uno de los macronutrientes señalados más arriba con la finalidad de mantener un adecuado crecimiento y desarrollo según las tablas pediátricas convencionales. La combinación de las proteínas contenidas en la leche y derivados lácteos, en los cereales como el arroz y trigo; en los granos (habichuelas, güandules, lentejas…), aportan la cantidad necesaria de aminoácidos –componentes fundamentales de la estructura proteica- donde los llamados aminoácidos esenciales (leucina, isoleucina, triptófano, tirosina, lisina, metionina, fenilalanina, histidina, valina, treonina, selenocisteina), juegan un papel importante porque el cuerpo no los fabrica.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud más que el hambre, el verdadero reto hoy en día es la deficiencia de micronutrientes (vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales), que no le permiten al organismo humano asegurar un buen crecimiento y desarrollo para mantener sus funciones vitales, de ahí que un régimen vegetariano en niños, sólo es posible mantenerlo suministrando suplementos vitamínicos como el hierro (contenido en las carnes), para asegurarle una dieta saludable.

Es posible, pero…

Un régimen vegetariano es posible en los niños. No obstante, debe haber una recia identificación con este tipo de contenido nutricional, ya sea por convicción paternal, creencias religiosas o tradición familiar.

El monitoreo y seguimiento en la consulta del pediatra, sobre su crecimiento, desarrollo y análisis sanguíneo de los niveles de hemoglobina, proteínas y hormonas, es fundamental para certificar si este estilo de alimentación no está dislocando el estado de salud físico y mental de los infantes.

Mantener el estilo de alimentación vegetariano en niños es únicamente posible si se suministran, además, suplementos vitamínicos.

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