Wilín vive lo que nunca se imaginó

Justo tres días antes de los Rockies de Colorado hacer el último corte en los campos de entrenamientos, el joven juador dominicano Wilín…

Justo tres días antes de los Rockies de Colorado hacer el último corte en los campos de entrenamientos, el joven juador dominicano Wilín Rosario se preparaba para ser incluido en lo que él creía sería el último capítulo de una serie que inició a mediados de febrero de este año.

Tras su actuación en el invierno con las Águilas Cibaeñas y los números acumulados en los campos de entrenamientos en el béisbol de las Grandes Ligas, Rosario ignoraba que la novela a la que ya él pensaba que llegaría a su fin, todavía le quedaban muchos capítulos.

Quizás no tenga el suspenso que el imprimió Gabriel García Márquez a obra “El Coronel no tiene quien le escribe”, o la tragedia y el romanticismo de “Romeo y Julieta”, de William Shakespeare, pero Wilín Rosario tuvo que vivir los frecuentes sobresaltos y la duda de si se quedaría en el equipo grande o sería enviado a las menores.

Él, como muchos otros prospectos, le tocó vivir el sentimiento de desasosiego ante la espera, a la intriga.

“Nunca pensé que iba a hacer el equipo Grande este año. Me lo informaron tres días antes de hacer el corte final y me dieron la oportunidad de decirme que había hecho el equipo, pero en realidad no pensé que lo que Dios me ha estado dando hasta el momento, que iba a ser posible”, confiesa Rosario.

Ante la noticia de que se quedaría para ser parte del rodaje, aunque en principio no como uno de los personajes principales, Rosario entendió que era la oportunidad de demostrar que estaba preparado para exhibir las condiciones que venía puliendo desde años atrás.

“Sí, siempre tuve el sueño, porque siempre ha sido mi ilusión estar en las Grandes Ligas, ser regular de un equipo. Me siento muy contento porque he trabajo bastante y se ha visto en lo que he estado haciendo durante la campaña”, comentó Rosario, quien lamenta que los Rockies, que ocupan la última posición en la división Oeste de la Liga Nacional, a 20 partidos de los punteros Gigantes de San Francisco, no estén en una mejor posición.

En su primer año en las Grandes Ligas, el jugador nativo de Bonao y 23 años de edad, devenga un salario de 480 mil dólares. Su valioso desempeño en las Mayores los atribuye, según afirmó, a que ha ido acoplándose en la posición y como bateador.

El joven jugador revela también que el exreceptor Ramón Hernández ha jugado un papel preponderante en su desempeño como catcher. “Él (Ramón) ha sido la clave para buen desempeño detrás del plato. Pero también aquí (Colorado) he tenido un buen coach que ha sido muy bueno, pero no hay dudas de que Ramón ha sido la clave”, insistió.

La disciplina, un factor importante

Wilin Rosario sabe muy bien que como él, son cientos de jóvenes peloteros que están en las menores esperando una oportunidad como la que le dieron los Rockies de Colorado. Sin embargo, el jugador está consciente de que eso no basta y que tiene que fajarse para poder mantenerse.

“Mi mejoría se traduce en llegar temprano al estadio, me preparo mental y físicamente, voy al gimnasio, llevo a cabo un programa que tenemos Ramón y yo, además de estudiar la otra alineación”, revela Rosario.

Jugará pelota invernal

Consciente de que todavía tiene muchas cosas por mejor y perfeccionar para descollar en las Grandes Ligas, Wilín Rosario reveló, al ser entrevistado para elCaribe, que verá acción en el campeonato de béisbol invernal con las Águilas Cibaeñas.

“Sí, los Rockies me dieron el permiso para jugar en el invierno con las Águilas, pero lo que quieren es que yo descanse un buen poco porque he jugado bastante aquí (en las Grandes Ligas) pero quiero jugar, siempre y cuando tenga la oportunidad de jugar en el equipo y ver qué sucede allá”, dijo.

Rosario, quien tiene una estatura de cinco pies y 11 pulgadas, con 200 libras, señaló que no se siente conforme con lo que hasta el momento ha venido presentado. Cree, según afirmó, que todavía tiene muchas cosas por aprender en la pelota y que su objetivo es seguir trabajando duro para continuar progresando y ganando liderazgo. “El que se conforma nunca llega a ser quien quiere en realidad”, reveló.

En 90 partidos en las Grandes Ligas, Rosario ha agotado 293 turnos al bate, con 15 dobles, 23 cuadrangulares, 75 sencillos, 58 carreras empujadas, con 20 transferencias, 74 ponches y un promedio de bateo de .256.

Pendiente a sus raíces

Rosario tampoco olvida sus raíces y entiende que haber crecido en el campo, rodeado de animales, cosechando arroz y tomate, de una u otra forma también son factores que aportaron su granito de arena en lo que respecta a su desarrollo, a pesar de que hoy puede tener una mejor alimentación. “Pero creo que todo está en el descanso que te puedas tomar y la alimentación, y más ahora que uno tiene la oportunidad de alimentarse mejor que como uno lo hacía antes, pero es bueno aprovechar eso y descansar, ahorrar más sueño para que te recuperes más rápido y puedas mantenerte más tiempo jugando”, agregó.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas