Las personas que caminan por el centro urbano de esta provincia en horas de la noche son muy pocas y los que desafían la inseguridad no repiten la experiencia.
El trabajo de iluminación, inaugurado el 1 de febrero del 2008 con una inversión de RD$300 millones, según cifras oficiales, no ha dado sus frutos. Las calles de Santiago están a oscuras, pese a la colocación de un sistema de luminarias que elevó la inversión del remozamiento del Centro Histórico de 60 millones a los 300 millones de pesos.
Hoy, la mayoría de las lámparas instaladas no funcionan. Una de las calles emblemáticas de Santiago, Del Sol, solo mantiene algunas luces encendidas.
La mayor parte está totalmente a oscuras. Otras rutas críticas son las calles, 30 de Marzo, Restauración, San Luis, Independencia, Duarte 16 de Agosto y España.
El remozamiento del Centro Histórico conllevó además pintar edificaciones y reconstrucción de aceras.
El urbanista Roque Nelson Rodríguez resaltó la necesidad de llevar vida al Centro Histórico de Santiago.
“La iluminación está caótica, porque se hizo un tipo de iluminación que tiene alto consumo, la inversión es de alto consumo, donde las bombillas se queman rápidamente y no hay reposición inmediata.
Además de ese tipo de iluminación, debió dejarse las lámparas de antes que estaban bastante altas y era lo que realmente iluminaba la ciudad”.
