NUEVA YORK (AP) — Danny García derrotó el sábado al mexicano Erik «El Terrible» Morales por nocaut técnico en el cuarto asalto y retuvo sus cinturones de peso superligero del CMB y la AMB en la primera función de boxeo en el nuevo Barclays Center en Brooklyn.
El estadounidense García (25-0) venció a Morales, de 36 años, por segunda ocasión en el año, aunque ahora fue mucho más fácil que la decisión unánime que le ganó al mexicano en Houston el 24 de marzo.
Luego de un tranquilo arranque en los dos primeros episodios, García comenzó a tundir a Morales con series de golpes al cuerpo en el tercer asalto.
García siguió golpeando a Morales en el cuarto y terminó a los 1:23 minutos para sumar el 16to nocaut en su carrera. Le pegó a Morales en la parte derecha de la cabeza con un duro gancho de izquierda, y luego subió a las cuerdas para celebrar mientras esperaba el anuncio oficial.
«El intentaba darme en el cuerpo y yo me mantuve en el intercambio. Giré todo mi cuerpo. Le pegué con un gancho perfecto de izquierda y dio en el blanco», dijo García. «Nunca eludo a nadie. Peleé con (Amir) Khan y nadie me daba posibilidades (de ganar). Sigan alineándolos (a sus rivales) y yo los noquearé».
García sigue invicto a pesar de que sólo conectó el 26% de sus 220 golpes. Dominó en los puñetazos fuertes al acertar 47 de 91, incluidos nueve de sus últimos 13 en camino a su nueva victoria.
Nacido hace 24 años en Filadelfia, García consiguió su segundo nocaut en el cuarto asalto en tres meses. El 14 de julio venció así a Khan en la primera defensa de su título.
Morales (52-9) no pasó este mes dos pruebas clínicas al azar debido al suplemento alimenticio clembuterol. Dijo que el resultado se debió a carne contaminada, y luego aprobó un tercer examen esta semana, con lo que pudo pelear el sábado.
«Mentalmente, cuando supe que su orina estaba sucia, me dije que… yo no iba a pelear», dijo García. «Yo quería una pelea justa. Pero cuando desperté en la mañana, mi mamá le dijo a mi papa que yo debía pelear porque ella tenía el presentimiento de que iba a ganar. Así que escuché a mi mamá y me fui al combate».
Morales, que conserva sus coronas en las divisiones gallo, pluma, superpluma y superligero, peleó por primera vez en la costa este de Estados Unidos y perdió por tercera ocasión en sus últimos cuatro combates.
«Me preparé para venir a pelear pero no pude cumplir mi cometido», dijo Morales. «No pude lograr mi ritmo».
Morales dijo que desea pelear una vez más en su ciudad natal de Tijuana, México, y luego retirarse.
El enfrentamiento representó el regreso del boxeo de campeonato a Brooklyn por primera vez en más de 80 años, y la cartelera tenía un aire a ese distrito neoyorquino. En los combates preliminares participaron dos oriundos de allí: Paulie Malignaggi y Peter Quillan, quienes salieron airosos.
De acuerdo con el analista e historiador del boxeo Steve Farhood, de la firma Showtime, las peleas del sábado fueron las primeras por títulos en Brooklyn desde el 5 de agosto de 1931, cuando en Ebbets Field el campeón semipesado Maxie Rosenbloom retuvo la corona al derrotar por decisión en 15 episodios a Jimmy Slattery.
Los ex boxeadores Mike Tyson y Zab Judah, también oriundos de Brooklyn, estuvieron entre los 11.112 asistentes, al igual que el basquetbolista Deron Williams de los Nets en la NBA.
