De nuevo llega la controversia en el boxeo de paga.
En el boxeo siempre hay posiciones encontradas. Y máxime cuando se trata del montaje de combates en los que van al cuadrilátero súper boxeadores.
El ocho de diciembre, en el majestuoso hotel MGM, con su emblemática arena que tiene capacidad para acomodar a unos 17 mil espectadores, Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez volverán a contender.
Reitero que hace unos meses, en esta misma columna, escribí que Pacquiao y Márquez volverían a pelear… ¡pactarían la anhelada cuarta pelea! Durante mi más reciente viaje a Las Vegas, Nevada y Nueva York –el pasado septiembre- se oficializó la cuarta riña entre estos dos capacitados púgiles.
A penas tres días después de celebrarse la pelea que por el cetro mediano junior protagonizaron (en Las Vegas) Julio César Chávez Jr y Sergio -Maravilla- Martínez, se hizo el anuncio oficial del cuarto combate Márquez-Pacquiao.
Márquez, quien había viajado a Las Vegas en su condición de comentarista de la cadena deportiva ESPN, se enteró allí de la confirmación de su cuarto combate con Pacquiao.
Márquez, ¡gane o pierda!
¿Qué pasará con JM Márquez después de su nuevo pleito con Pacquiao? Les tengo la respuesta: Gane o pierda, el estelar boxeador mexicano se va de los cuadriláteros. ¡Y así debe ser!
Todavía no voy a emitir mi opinión (acabada) de lo que puede ocurrir el ocho de diciembre en Las Vegas. Es temprano para vaticinios. Pero respecto al futuro inmediato de JM Márquez, creo que no hay que dar muchas vueltas.
Su historia, una de las más respetables en el boxeo de paga a nivel mundial, ya está escrita.
Gane o pierda la tan esperada cuarta reyerta con el filipino, la lógica humana dice que Márquez más nada tiene que buscar en los ensogados.
A sus casi 39 años deberá, después de enfrentar otra vez a Pacquiao, colgar los guantes e irse a casa con toda gloria.
