Cuando hablamos de incendio usamos el término siniestro y conflagración, nos referimos a una tragedia que la mayoría de las veces puede ser evitada. En la prevención de incendio se recomienda cautela con las instalaciones eléctricas, evitar los escapes de gases, no dejar velas encendidas en la casa, no colocar sustancias inflamables cerca de las fuentes de calor o de energía eléctrica, desconectar los equipos eléctricos al cerrar la casa, etc., y para sofocar el fuego, si este ocurriera, tener sensores de humo, alarma y disponer de un extinguidor.
Cuando hablamos de ataque cardíaco nos referimos al infarto que es también un siniestro, una tragedia que puede ser evitada porque las condiciones que lo producen no se instalan de repente, sino que van desarrollándose callada y lentamente . Como en el caso del incendio, debemos estar bien informados sobre las medidas de prevención: conocer los factores de riesgo coronario, la presión y el colesterol, no fumar, evitar la obesidad, hacer ejercicio físico, no cometer excesos con las comidas y las bebidas y cumplir las recomendaciones médicas.
Si el infarto se produce podríamos necesitar un equipo análogo al extinguidor del fuego, pero en este caso se trata de un equipo de resucitación y un desfibrilador eléctrico, para ello debemos ir de urgencia a un centro que tenga cuidados intensivos porque el tiempo disponible para apagar la conflagración es muy corto. Lo ideal es no llegar a este extremo, poner en práctica, desde ahora, las medidas de prevención.
