Los nutricionistas recomiendan ingerir al menos 55% del total de calorías en carbohidratos, a menos que se trate de personas que están a régimen para reducir el peso.El procesamiento industrial elimina muchos nutrientes y fibras y añade “aditivos” no nutritivos y que pueden producir efectos adversos. Se sorprendería de la cantidad de azúcar que hay en los alimentos procesados.
Elija granos integrales y evite la harina blanca y otros carbohidratos simples que no tienen ningún nutriente, sino un montón de “calorías vacías”: azúcar, refrescos, golosinas y dulces.
Al comprar los alimentos, lea las etiquetas y tenga cuidado con las palabras que terminan en “osa”, que significan azúcar: glucosa, fructuosa, sacarosa, lactosa, galactosa, maltosa, etc.
Prefiera los carbohidratos complejos que además son ricos en proteína, fibras, vitaminas y minerales; son de absorción más lenta que los carbohidratos simples y tienen un índice glicémico bajo, es decir que no producen subida rápida de la glucosa en la sangre y por eso no provocan elevación de los niveles de insulina.
Recuerde que la avena, el arroz, el maíz, el trigo y otros cereales integrales son más saludables que los procesados y refinados.
