No permitas que el sol queme tu piel

Cuando inicia la temporada de calor, mujeres y hombres quieren lucir un bronceado perfecto.

Cuando inicia la temporada de calor, mujeres y hombres quieren lucir un bronceado perfecto. Para conseguirlo, no se trata solamente de tirarse “boca arriba” al sol, sino de implementar una serie de cuidados previos y posteriores a la toma de sol, como son una buena alimentación y el uso de protectores solares adecuados para proteger cada tipo de piel de los rayos ultravioletas. Hay que recordar que los daños más visibles de la acción del sol se observan en la piel, ya que pueden aparecer arrugas prematuras, piel reseca, manchas, sarpullido, entre otras afecciones. Generalmente estas condiciones conforman la primera advertencia de que  la piel tiene daño solar. Además de los daños que  se pueden obervar a simple vista, la exposición al sol sin protección puede causar enfermedades graves, entre las cuales  se cuenta al cáncer de piel y alteraciones de la vista como las cataratas. Si se pretende un bronceado envidiable, antes de iniciar la toma de sol, de acuerdo con los dermatólogos y esteticistas, conviene aplicarse prebronceadores que ayuden a hidratar la piel y prepararla para la exposición. También hay que añadir a la alimentación diaria alimentos con caroteno, como la zanahoria y el tomate; y alfacaroteno, como el brócoli y el kiwi, ya que fortalecen la producción de melanina, que ayuda a proveer color en la piel y protegen de los rayos solares.

Se debe tomar abundante agua para evitar deshidrataciones y tener especial cuidado cuando se están tomando anticonceptivos o antibióticos, ya que producen fotosensibilización y pueden provocar manchas. Por ello, si se están tomando medicamentos conviene suspenderlos antes de exponerse al sol. Asimismo, si existen cicatrices o manchas, éstas deben estar protegidas con bloqueador solar para evitar que empeoren.

Al tomar sol

Además de una dieta rica en verduras y frutas, es importante la elección de un buen protector solar al momento de buscar un bronceado perfecto. Este debe ser acorde al tipo de piel, así como a la cantidad de tiempo que se va a prolongar la estadía bajo el sol. Si la piel es muy blanca o sensible, para evitar quemaduras, conviene que el factor solar sea pantalla total. Es importante elegir con inteligencia el horario de exposición a los rayos, para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro e incluso, cáncer de piel. Por lo tanto, los mejores horarios son hasta las 11 de la mañana y después de las cuatro de la tarde. Hay que tener mayor cuidado en la nariz, labios hombros y espalda, que son las zonas de mayor sensibilidad y propensas a quemarse y arruinar el bronceado.

Finalmente, es importante que sea gradual el tiempo de exposición al sol, para no alterar la piel repentinamente. Lo recomendable es extender cada día cinco o diez minutos más. También conviene cambiar las posiciones y los trajes de baño para evitar las marcas. Después de la exposición, se debe realizar un baño con agua tibia y aplicar crema o gel post solar que hidrate y suavice el bronceado.

Para que la piel no se descame

Luego de la exposición al sol, la piel requiere un cuidado específico para recuperar su humedad, su elasticidad y su equilibrio, previniendo el fotoenvejecimiento. Por eso, después que la piel ha sido expuesta al sol y al salitre del mar es necesario realizar una hidratación profunda con una emulsión liviana y fresca. Es recomendable evitar las cremas muy perfumadas y elegir productos hipoalergénicos testados dermatológicamente.

Si se desea utilizar un producto natural para evitar que se descame la piel, puede recurrirse a una planta como el aloe vera que refresca, humedece y no presenta contraindicaciones. Siguiendo estos consejos antes, durante y después de la exposición solar, evitaremos las molestias propias de la quemadura del sol y obtendremos el anhelado bronceado saludable que nos proporciona la imagen de unas relajadas vacaciones en la playa.

La hidratación es importante

En cualquier época del año es importante la hidratación, pero más aún en el verano, por lo que debes procurar utilizar cremas hidratantes adecuadas a tu tipo de piel y tomar mucha agua. Esto ayudará a que tu piel tenga la elasticidad y nutrición necesarias para regenerarse si debe exponerse al sol.

Consejo
Si durante tu estadia en la playa se te quema la piel, lo mejor es olvidarte de tomar el sol para evitar contraer enfermedades.

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