La tranquilidad de este fin de semana santo se perdió en numerosos barrios del municipio de San Francisco de Macorís, donde enardecidos pobladores salieron a las calles a protestar con encendido de neumáticos, luego que una patrulla de la Policía Nacional irrumpiera en la residencia de un dirigente popular y le apresara de manera violenta.
La información la ofreció Raúl Monegro, vocero nacional del FALPO, quien dijo que el dirigente apresado es Jacobo Henríquez, vicepresidente del Bloque de Organizaciones de Cuesta Blanca, entidad barrial integrada a la coordinación de organizaciones populares que encabeza el Falpo.
Monegro afirmó que la patrulla policial estaba dirigida por el teniente Félix Henríquez (alias Guayabo), quien junto a los demás agentes de la uniformada penetraron revólveres en manos a la casa de Henríquez, le sujetaron violentamente y lo sacaron a empujones.
“Es una acción represiva insólita. No se había registrado antes en el país en un Viernes Santo, que sin una persona haber cometido un delito fragrante; sin contar con orden judicial ni mucho menos estar acompañado de un fiscal; en franca violación a los derechos humanos, la Policía Nacional se metiera como un tropel en la casa rompiendo la paz de una familia y la tranquilidad de un sector, cuando su labor, propia de la época y de sus funciones, es la de proteger”, manifestó Monegro.
El dirigente popular dijo también que el teniente alias Guayabo ha desatado una persecución tenaz contra el dirigente popular Juan Carlos Lora, presidente del Bloque de Organizaciones de Cuesta Blanca, sin que hayan creada una situación que lo justifique o mediado alguna acción que riña con las leyes.
“Las actividades de nuestras organizaciones y la de los compañeros están amparadas por la Constitución. Hemos convocado a una huelga para los días 23 y 24 de abril, la protesta es un derecho; hemos anunciado marchas, vigilias y piquetes para después de Semana Santa, no tienen que condenarnos ni adelantar represión alguna”, sostuvo Monegro.
El vocero nacional del Falpo demandó del Jefe del Comando Nordeste de la Policía Nacional, General Orizon Olivence Minaya, la inmediata puesta en libertad de Jacobo Henríquez y el cese de la persecución de Juan Carlos Lora, al tiempo que consideró que el teniente Félix Henríquez (alias Guayabo) “debe ser jalado a capítulo y sancionado por el hecho que protagonizó, que además de violatorio es un sacrilegio”.
Las protestas de este viernes se escenificaron en el sector Pueblo Nuevo en la zona Norte y en la entrada de Cuesta Blanca, en los barrios 24 de Abril, La Altagracia, Los Jardines, Las Caobas, entre otros de la zona Noreste, extendiéndose luego a las calles Salcedo, Billini y Duarte, en sus intersecciones con la avenida Libertad. Pasadas las 8:00 de la noche, decenas de jóvenes se mantenía aún encendiendo de gomas y lanzando desperdicios en las vías, sin que ocurriesen choques entre manifestantes y agentes de la Policía Nacional.
El teniente Guayabo ha creado mala fama en los sectores populosos de la ciudad de San Francisco de Macorís, cuyo moradores dicen que “es un verdugo, no precisamente contra los delincuentes”.
En medio del revuelo causado por la acción policial en este Viernes Santo, se escucho decir a personas del sector 24 de Abril, donde reside Jacobo Henríquez, “Guayabo tiene una red de delincuentes a quienes protege y de cuyas fechorías se beneficia, mientras le cae a gente que no es de na”.
Según el rumor público, el teniente policial dirige una red que administra los artículos robados y droga ocupada, “los dispara fuera de San Francisco de Macorís” y luego reparte beneficios, acciones en las que dicen por doquier, “lleva tiempo en eso, tiene que estar protegido por los grandes”.
Numerosos dirigentes populares de San Francisco de Macorís que se encontraron en la casa del dirigente popular expresaron su disposición de continuar las protestas en caso de que su compañero no le sea devuelta la libertad, por lo que existe la sensación de que los vacacionistas podrían encontrarse con una situación difícil a su paso por la ciudad norestatana.
