Por más recaudos que se hayan tomado a la hora de la exposición solar, en estos recién finalizados días de asueto, y aunque haya llovido, esto no pasa inadvertido para la piel. La resequedad y las líneas de expresión prematuras son de las consecuencias que hay que pagar.
Una de las mayores preocupaciones, en especial de las mujeres, luego de la de exposición a los rayos del sol es recuperar el tono de la piel, más aún, si se ha quemado demasiado. En este sentido, la médico estético Claritza Soto recomienda algunos trucos para volver a tener una piel reluciente que, incluso, se pueden realizar en casa.
Entre los trucos caseros la experta sugiere aplicar yogourt natural en la parte afectada y esperar a que se seque por completo y luego retirarlo con abundante agua. Dice que en cinco días se podrá notar cómo la quemazón disminuye y el ardor también. Una buena receta es mezclar clara de huevo con jugo de limón hasta formar una masa cremosa y aplicar esta preparación todas las noches en la zona afectada.
“Si el problema es que el color de tu piel no es uniforme, lo que debes hacer es cortar una papa por la mitad, y con la zona recién cortada, darte un masaje por el área a aclarar por dos semanas”, sugiere la experta.
La exfoliación es una de las mejores técnicas para mantener la piel siempre rejuvenecida, tersa y suave. Su principal función es la de limpiar esas capas externas de la dermis, llevándose la suciedad y esas células muertas que quedan en la superficie, dándole al cutis un aspecto que suave y fresco.
Además, la exfoliación permite y estimula el drenaje linfático, generando una mayor circulación sanguínea en la zona. Soto recomienda combinar una cucharada de miel y una de azúcar y aplicarla sobre la piel mediante movimientos circulares y dejar actuar por 15 minutos. Úsalo tres veces por semana y vobtendrás resultados de inmediatos. Además, es excelente para eliminar otras impurezas del rostro como espinillas o barros.
Las bondades de la leche
Se dice que la pionera en el uso cosmético de la leche fue la mismísima reina Cleopatra, soberana de Egipto, de quien se cuenta que, para mantener la piel tersa y joven se bañaba en leche de burra y camella.
Actualmente, la cosmética ha explorado los beneficios que tiene este líquido y lo ha incluido en las fórmulas de sus cremas más exquisitas. Sus componentes químicos son muy bien tolerados por la piel humana a pesar de que sus activos son excesivamente fuertes La leche funciona como un escudo protector muy efectivo para repeler agresiones externas. Uno de sus principios, la biotina, se incluye desde hace tiempo en los preparados capilares para tratar la caída del cabello. Otros derivados de la leche son las bioproteínas, de efecto hidratante e hidrorregulador de las capas superficiales de la epidermis. Por otro lado, los oligopéptidos de lactoglobulina procuran el efecto tensor; la lactosa y sus derivados actúan como una fuente de energía para las células; y, finalmente, el ácido láctico hidrata y reconstituye la película hidrolipídica protectora natural de la piel.
Soto aconseja mezclar en la bañera agua caliente y cuatro litros de leche. Entrar en la tina y permanecer ahí por lo menos durante 20 minutos. Después, enjuagar bien la piel con agua templada. Proteínas, aminoácidos, vitaminas, minerales y calcio son proporcionados en este baño de lujo.
Adiós a las arruguitas
El tiempo hace estragos en nuestra imagen, pero tú puedes detenerlo con este remedio casero: hazte un masaje todos los días sobre las arruguitas y pliegues de la piel con un poco de manteca de cacao y aceite de aguacate. Las marcas comenzarán a ser menos notorias. “Si luego de aplicar los trucos recomendados el problema no cede, hay que recurrir a manos expertas, pues en algunos casos el problema pueda necesitar productos químicos de laboratorios recetados.
