Rostros nuevos y males viejos

Mucho se habla de la importancia de que en los partidos políticos del país surjan figuras de relevo, para producir la necesaria “renovación dirigencial”. Si esa fuera la clave del éxito político, el PRD tendría su problema resuelto. En una&#8230

Mucho se habla de la importancia de que en los partidos políticos del país surjan figuras de relevo, para producir la necesaria “renovación dirigencial”. Si esa fuera la clave del éxito político, el PRD tendría su problema resuelto. En una tertulia reciente en el que participaban políticos y periodistas, se tocó el tema y varios de los presentes coincidieron en que si hay un partido que puede exhibir rostros nuevos y refrescantes, ese es, precisamente, el PRD.  Si los perredeístas quieren hacer un diagnóstico de sus fortalezas y debilidades, deben saber que la falta de sangre nueva no es uno de sus problemas. De hecho, en cuanto a cantidad y calidad de dirigentes  jóvenes, el PRD supera por mucho a las demás organizaciones políticas, pero en especial a su principal rival, el PLD, que es, en la práctica, el partido que ha estado ganando todas las batallas y todas las guerras.

No es por ahí la cosa…

La lista de los perredeístas jóvenes que han jugado y juegan roles importantes en ese grupo político es extensa: Eduardo Sanz Lovatón, Amín Vásquez, Andrés Lugo, Jean Luis Rodríguez, Faride Raful, Adolfo Pérez, David Collado, Víctor Gómez Casanova y Salim Ibarra, entre muchos otros, además de figuras que se habían destacado en otros roles en la sociedad y que hoy activan en el PRD, como Hiddekel Morrison y Eduardo Jorge Prats. Hay, además, una generación intermedia de dirigentes que están llamados a asumir papeles importantes en el futuro inmediato del PRD y la política en sentido general, como Luis Abinader, Neney Cabrera, Alfredo Pacheco, Orlando Jorge Mera, Geanilda Vásquez, Janet Camilo y Guido Gómez Mazara, por solo citar unos cuantos. El problema, entonces, no es de falta de figuras con más futuro que presente y pasado. Es, sencillamente, que hay muchos jóvenes, pero se mantienen las viejas prácticas y por ende, los viejos problemas. Si siguen así, se repetirán viejos resultados…

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