La industria avícola dominicana está conminada a reducir su velocidad de crecimiento. Las cifras sobre producción de pollos y huevos muestran una capacidad superior a la demanda interna. Esa condición la pone en la encrucijada de ganar y recuperar mercados externos o concentrarse.
Unas 12 granjas grandes y 120 medianas y pequeñas constituyen la plataforma de la industria para la producción de huevos, mientras que para pollos la infraestructura es de unos 2,500 galpones.
Alrededor de tres docenas de empresas organizadas se distribuyen la oferta comercial a gran escala de pollos y reproductoras al mercado.
En el país se producen entre 391,000 y 598,000 pollos diariamente, según un reporte del Consejo Nacional de Producción Pecuaria (Conaprope), correspondiente al mes de mayo del 2013. Una investigación patrocinada por el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD) da cuenta que la capacidad instalada del país permite producir 24 millones de pollos al mes.
De huevos, la producción mensual es de aproximadamente 150 millones de unidades, incluyendo 20 millones destinadas al mercado haitiano. La prohibición que dispuso hace tres semanas el Gobierno de Haití al ingreso de pollos y huevos procedentes de la República Dominicana, por una supuesta fiebre aviar, que el Gobierno dominicano ha negado, produjo un excedente de producción que puso a la industria avícola local en aprietos, con pérdidas millonarias para los avicultores.
Donde mayor dificultad se ha producido es en la parte relativa a la producción de huevos. El excedente generado por la veda haitiana será eliminado mediante el sacrificio de un millón de gallinas ponedoras livianas de más de 70 semanas de producción.
Control
El control de la producción parece el reto de la avicultura en el subsector huevos, actividad en la que hay una gran diferencia entre el costo del producto en granja (unos RD$3.00 la unidad) y el precio final pagado por el consumidor, de hasta siete pesos.
La encrucijada a la cual ha sido sometida la industria avícola dominicana, a consecuencia de la disposición del Gobierno haitiano, tiene en el corto plazo una sola solución, a juicio del productor pecuario José López, presidente de la Asociación de Productores de Pollos de la región Norte. Su recomendación es que “bajemos un poco la producción hasta tanto se resuelvan los problemas”.
Hay también la posibilidad de aumentar el consumo interno de huevos. Según indicadores que maneja la industria, el consumo per cápita en el país es 150 unidades al año, cuando debería ser al menos de 225. Se cita el caso de Paraguay, que es más pobre que la República Dominicana y tiene un consumo per cápita de huevos que es el doble. En el caso dominicano hay la particularidad de la intermediación, que incrementa el precio del huevo en un 100%.
Hacia el futuro
Para el mediano y largo plazo, las medidas son de naturaleza distinta a recuperar el mercado haitiano e incrementar el consumo dominicano y apuntan a buscar la consolidación y expansión del sector.
El estudio patrocinado por el CEI-RD plantea que “es oportuno y necesario capacitar a nuestros productores locales con el objetivo de que”, con la asistencia de esa entidad oficial, “puedan insertarse de manera acelerada en el mercado internacional”. Y para apoyar esa posibilidad de expansión, el CEI-RD dijo que “hemos preparado una serie de seminarios que incluirán temas” como trámites y requisitos de exportación, barreras no arancelarias, acuerdos comerciales y esquemas preferenciales, entre otros.
La búsqueda de nuevos mercados internacionales tiene número y destino, según la óptica del organismo oficial encargado de atraer inversiones y buscar mercados para la producción nacional con vocación exportable. Del potencial para producir pollos que tiene el país, situado en 24 millones de unidades al año, 11.0 millones (que representan el 45%) pueden ser exportados. Los potenciales mercados identificados son Cuba, Aruba, Venezuela, Jamaica, Nicaragua, Islas Turcos y Caicos, y Trinidad y Tobago.
Según la investigación, que incluyó la capacidad instalada de los productores dominicanos de pollos y huevos, la comercialización de esos productos en el mercado internacional no ha sido obstaculizada por barreras de tipo arancelario, sino más bien por obstáculos técnicos al comercio que han impedido que los productos criollos se vendan en otros mercados diferentes al haitiano.
Qué hacer
“Para hacer frente a estas barreras no arancelarias, necesitamos fortalecer nuestro sistema sanitario y obtener la equivalencia, ante los potenciales destinos de exportación. Este trabajo requiere una integración del sector público y privado que nos permita establecer una estrategia de trabajo conjunta, cuyas labores hemos iniciado en forma acelerada”, puntualiza.
Mientras tanto, la industria avícola se mantiene como la segunda mayor actividad pecuaria del país, solo superada por la producción arrocera. Los 1,920 millones de unidades de huevos anuales que produce el país generan un amplio volumen de dinero. El costo promedio de un huevo es de RD$3.60, por lo que la producción, a nivel de granjas, involucra unos RD$6,912 millones. Pero como el producto llega al consumidor con un margen aproximado de un 100% por encima del valor a cómo sale de la granja, se estima que el mercado de huevos genera un movimiento económico cercano a los RD$14,000 millones.
En pollos la situación es también multimillonaria. El costo promedio de producción de una libra de pollo en granja es de unos RD$26.00 y la producción anual es de unas 756 millones de libras, por lo que el costo global de producción implicaría unos RD$19,656 millones.
El pollo en granja tiene la particularidad de que es vendido vivo, por lo que el rendimiento por libra es entre 60 y 70% y el costo promedio de procesar una libra es de RD$8.00. Ese esquema funciona en el comercio de pollos frescos. Pero si es congelado, el escenario financiero cambia, porque el costo de mantenimiento por libra mensual asciende a RD$2.00 aproximadamente, explica el estudio del CEI-RD.
Nómina de la avicultura es de 20 mil empleos
El sector avícola es un moderado empleador. Las características de su sistema de producción no requieren uso intensivo de mano de obra. Según estimaciones de conocedores del sector, unas 20,000 personas laboran en la avicultura, en las granjas, en transporte, en comercialización y administración. Se incluye en esa nómina a los técnicos vinculados a la producción de pollos y huevos. A raíz del conflicto con Haití, localmente se divulgó la cifra de la participación de haitianos en las granjas avícolas de la región Norte, zona donde se produce la mayor cantidad de pollos y huevos. En la ocasión, se citó que el 20 por ciento de los empleados de las granjas del sector (unos 4,000 tomando en cuenta la cifra global) son ciudadanos haitianos. La parte de producción es una actividad del campo.
