Lago Enriquillo, reubicación de Boca Cachón y turismo

Desde mayo del año 2004, con la vaguada de Jimaní y la súbita  crecida del río Blanco, el lago Enriquillo comenzó un indetenible ascenso de nivel, fruto de recibir aportes anormalmente elevados de aguas superficiales y subterráneas de su propia&#82

Desde mayo del año 2004, con la vaguada de Jimaní y la súbita  crecida del río Blanco, el lago Enriquillo comenzó un indetenible ascenso de nivel, fruto de recibir aportes anormalmente elevados de aguas superficiales y subterráneas de su propia cuenca, situación que se aceleró con el paso de la tormenta Noel, en octubre de 2007, la que descargó 700 milímetros de lluvias en 5 días, llevando preocupación a la gente de su vecindad, pero muy especialmente a los residentes en la comunidad de Boca de Cachón, ubicada a 28 metros por debajo del nivel del mar, pues era evidente que las aguas recuperarían el espacio que le pertenece al lago, y que la gente ocupó irregularmente.

Fueron muchas las teorías formuladas sobre las causas de las crecidas del lago Enriquillo, pues mucha gente quiso opinar sobre el tema sin montar en un mismo escenario hidro-meteorológico todas las variables meteorológicas, hidrológicas, geológicas, tectónicas e hidrogeológicas que convergen para producir este preocupante crecimiento, que no sólo afecta al lago Enriquillo, sino que también afecta al vecino lago Azuey, el cual está 55 metros más alto que el lago Enriquillo, y que ha inundado el puesto fronterizo de Mal Paso, al igual que todas las edificaciones administrativas allí instaladas.

Cada vez que fuimos consultados sobre el problema del lago Enriquillo respondimos que cuando un gran lago comienza a recuperar su espacio geográfico, solo hay dos opciones: o se reubica el lago o se reubica a la gente, y que como es imposible reubicar el lago, entonces la única opción es reubicar a la gente.

Fueron muchas las vueltas que se dieron para comenzar a resolver el problema reubicando a la gente, y fue mucho el dinero gastado construyendo diques y desvíos para evitar que las aguas del río Yaque del Sur entraran al lago Enriquillo, pues desde el gobierno se entendía, de manera errónea, que el río Yaque del Sur y los desagües de la presa de Sabana Yegua eran los únicos responsables de las crecidas del lago Enriquillo, cuando en realidad el problema radica en los grandes volúmenes de aguas subterráneas que entran a los lagos Enriquillo y Azuey, aguas que nada tienen que ver con el río Yaque del Sur.

Finalmente el gobierno ha decidido no dar más vueltas alrededor del lago Enriquillo, y ha entendido que la única opción es reubicar a la gente, tal y como siempre sugerimos por escrito, y el Presidente Medina acaba de dar inicio al proceso de construcción de 537 viviendas para alojar a igual número de familias residentes en Boca de Cachón, las que ahora tendrán una ciudad modelo, con todos los servicios básicos, y una ubicación por encima de la cota 10 metros sobre el nivel medio del mar, a donde el lago nunca subiría.

Ahora sugerimos planificar y asignar recursos económicos para una segunda parte del proyecto, la cual, aunque nunca ha estado en los planes del gobierno, consistiría en convertir al lago Enriquillo en el principal atractivo turístico de la región del Caribe, pues su tamaño, su alta salinidad, sus frescos manantiales, sus azufradas, su fauna, especialmente cocodrilos e iguanas, sus antiguos corales, sus minas de sal y yeso y sus elevadas montañas vecinas, le imprimen características únicas en toda la región.

Esperemos que la construcción de la nueva ciudad de Boca de Cachón marque el despegue turístico y económico de la región de mayor potencial turístico en el Caribe. l

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