Ser tolerante, una de las enseñanzas de mi papá.

Aceptar las preferencias de vida de los demás es algo que me enseñó mi papá, y confieso que aunque lo aprendí de él, el día a día me demuestra que aún me falta mucho por recorrer, pero sé que es algo que lograré…

Aceptar las preferencias de vida de los demás es algo que me enseñó mi papá, y confieso que aunque lo aprendí de él, el día a día me demuestra que aún me falta mucho por recorrer, pero sé que es algo que lograré manejar un momento no muy lejano, porque el aprendizaje empezó desde muy temprano. 
 
Recientemente, un artículo de la revista Time alzaba a la “generación Y” (nacidos entre 1980-2000), como una generación “yoísta”, pero además, como una más tolerante (todo tiene sus pro y sus contra, ¿no?). Pero aún nos falta mucho por recorrer. Por ello, y por ciertos sucesos que se han dado recientemente, apelé a mi educación, esa que en la mayoría de mis años de vida, vino de alguien criado en la época de Trujillo. Quizás por eso también me enseñó, que ser tolerantes no significa ser permisivos y soportar las injusticias que pueden venir con muchas caras.
 
Mi papá también me enseñó que sólo así, además de cultivar el amor propio que deviene en amor hacia los demás, podremos alcanzar la felicidad. Hoy, espero ser más tolerante ante todas las situaciones (créanme cuando les digo que a veces uno puede abrumarse por el ajetreo cotidiano,  pero siempre puedes volver a empezar). Hoy, aprovecho para agradecer a mi padre y a todos los padres que cultivan en sus hijos el don de la aceptación a sí mismos y a los demás. ¡Feliz Día de los Padres!   
 
@airamtoribio

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