Pese a la acidez que se nota en las relaciones intraperredeístas, hay unas gestiones por ahí que podrían provocar en las próximas horas un nuevo encuentro de Miguel Vargas Maldonado y el presidente Hipólito Mejía, en terreno imparcial. Eso sí, conocidos los antecedentes de los dos más recientes encuentros de ambos, hay condicionalidades de cada uno de ellos que se han constituido en el escollo principal para que la reunión se realice. De acuerdo con lo que me cuentan, es tal la desconfianza que ya se profesan el presidente del Partido Revolucionario Dominicano y Mejía que para los gestores de éste, que sería el tercer encuentro en procura de acuerdo “por la unidad” del partido blanco, lo difícil no ha sido pactar el sitio para la reunión, sino la credibilidad entre los que serían los protagonistas de la conversación. “Ninguno cree en el otro”, me comentó tajantemente mi informante. De ser así, la rispidez de las partes hará imposible no solo la reunión, sino cualquier posibilidad de pacto. ¡Qué cosa ¿Eeeh..?!
Castro Castillo
El nuevo jefe de la Policía Nacional, como buen e indiscutible conocedor de la institución cuya jefatura ha sido puesta en sus manos por el presidente Danilo Medina, se aprecia que ha arrancado con buen pie. Como el mayor general Manuel Castro Castillo conoce al monstruo desde dentro, nadie puede venirle con cuentos, porque él sabe lo que hay que hacer. Ahora bien, una cosa es saber lo que hay que hacer y otra es contar con las herramientas para hacerlo. El mayor general Castro Castillo tiene fama de ser uno de los oficiales de mayor formación y experiencia en la investigación e inteligencia, y como tal, conoce en la Policía al cojo sentado y al ciego durmiendo. Su gran reto es posicionar la uniformada como una institución de servicios, que actúa para salvaguardar la seguridad y la tranquilidad de los dominicanos. Deseos no le faltan a él y al equipo que le acompaña, con el propósito de hacer realidad las transformaciones que requiere una policía acorde con los tiempos. Así como suena…
