A pesar de que el clima amenazaba la velada, la lluvia no detuvo la fiesta. La cita, pautada para las ocho de la noche inició puntual.“La Bohème” concitó al más nutrido grupo de personalidades del mundo de la cultura dominicana y funcionarios de Estado. Todos, incluyendo a los más fervientes amantes de la ópera, ocuparon sus asientos con ansias de que se elevara rápidamente el telón rojo que da inicio formal a toda presentación. En esta ocasión, el espectáculo seleccionado para festejar las cuatro décadas del Teatro Nacional, enalteció la música del reconocido maestro italiano Giacomo Puccini y al libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica, basado en la novela de Henri Murger, Scènes de la vie de bohème.
Un drama envolvente
Desde sus primeros minutos, la puesta en escena sobresale por su vistosa escenografía, el histrionismo y la adecuada iluminación, en la que se narra un drama de amor y desamor cargado de pasión e intriga. La ópera, cuyos personajes centrales son Mimi y Rodolfo, es escenificada por un selecto grupo de artistas internacionales, entre ellos la soprano Cynthia Lawrence (Mimi), figura de fama mundial que ha participado en las compañías de ópera más importantes de estos tiempos, entre ellas: Metropolitan Opera House y Opera de Chicago; Deutsche Staatsoper, de Berlín; y la Ópera de París. A ésta le acompaña el tenor Adam Diegel (Rodolfo), considerado uno de los mejores cantantes masculinos del género operístico. Se unen además el barítono Jason Howard (Marcello), Thomas Gunther y Eduardo Mejía (Scaunard one perfomance); y Michael Ehrman (Alcindoro). Representando al talento criollo aparecen en escena las cantantes lírica Paola González y Nathalie Peña-Comas (Mussetta).
El tenor dominicano Emmanuel Vargas (Partpignol) y Carlos Medina (Benoit), completan el cuadro de actores. Todos logran interpretar de modo inmejorable la caracterización de cada uno de los personajes.
Cabe destacar la presentación del coro de adultos dirigido por Elionai Medina y el coro de niños por Laurina Vásquez; ambos lograron crear con sus participaciones un espacio para el disfrute y el esparcimiento mental y emocional de los asistentes.
De igual forma, el acompañamiento musical, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional dirigida por el maestro José Antonio Molina.
Lo mejor del arte confluye en esta pieza
A decir verdad, nos encontramos ante un espectáculo en que confluyen la mejor forma artes como la música, danza, escenografía, artes plásticas (decorados, vestuarios etc.) y la literatura para dar como resultado un espectáculo orquestal y dramático que todo aquel que tenga la oportunidad de apreciarlo no se lo puede perder.
Su noche de estreno, y de seguro, sus demás presentaciones, estuvo llena de seducción y enamoramiento, de celos y arrepentimiento, de pobreza y muerte… Sentimientos y situaciones escenificadas en el nevado París de 1830.
