Para nadie es un secreto que llevar una dieta sana y balanceada, así como tener una rutina de ejercicios, es fundamental para lograr una mejor calidad de vida. Por tal razón, es cada vez más común que la gente tienda a buscar alternativas para “ponerse en forma”.
La meta de perder esas libritas de más, “recoger los chichos” o tonificar el cuerpo, por lo regular suelen trazarse a principios de cada año. Esto hace que surjan numerosas ofertas de gimnasios privados promoviendo sus instalaciones, sus programas de ejercicios y las nuevas “tendencias” del fitness. También aumentan las citas en el endocrinólogo y la búsqueda de dietas “milagrosas” por la internet.
Pero… ¿qué pasa cuando finaliza el mes de agosto y aún no has puesto en marcha la operación “cero chichos”? Quizás, te sientas mal. Sin embargo, no es el fin del mundo (como dice un popular refrán: “nunca es tarde para comenzar”). Probablemente, la razón por la cual no te has animado se deba a que no te gustan los espacios cerrados o el presupuesto no alcanza para pagar la mensualidad del gimnasio.
Entonces, te preguntarás: ¿a dónde puedo ejercitarme? Como parte de la política preventiva de salud que desarrollan las autoridades de la Alcaldía del Distrito Nacional, con el objetivo de garantizar una mejor calidad de vida a la población, y considerando que la mejor medicina para prevenir un gran número de enfermedades, como la hipertensión, la obesidad y el colesterol alto, entre otras, es hacer ejercicio. Desde el 2002 (cuando el alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo inició su gestión) se viene construyendo gimnasios públicos en distintos puntos de la ciudad.
Según ha dicho Salcedo, la meta es lograr la construcción de 30 parques bajo la temática de gimnasios públicos. Hasta el momento han sido inaugurados el de la Plaza de Güibia, en el Malecón de Santo Domingo, y el del Mirador Sur, próximo al parque Las Canquiñas, los cuales han tenido muy buena acogida.
Para el urbanista Erick Dorrejo, esta iniciativa es positiva, ya que apuesta al uso de los espacios de una manera distinta. “Hacían falta los gimnasios públicos, pues se le ha dado sentido a la utilización de estas áreas para atraer gente y a que participen en algún tipo de actividad, no a sentarse en un banquito”, comenta.
Gimnasios en proceso
En el Parque Iberoamericano (antiguo Jardín Zoológico Nacional o Parque de la Música) también hay un gimnasio público, el cual se estima tiene 300 metros cuadrados, dotado de 30 máquinas para aeróbicos; una unidad médica; 700 metros lineales de boulevard, área infantil, un iguanario (como parte de una alianza estratégica con el Parque Zoológico Nacional, que dispondrá de un personal especializado para la atención de las especies).
Para la práctica de ejercicios de cientos de personas que a diario caminan en las inmediaciones del Jardín Botánico Nacional, la Alcaldía del Distrito Nacional también ha iniciado la construcción de uno de los tres gimnasios públicos que estarán ubicados en el Jardín Botánico Nacional, que según datos suministrados por dicha institución tiene una inversión de 12 millones de pesos. Otras áreas para realizar ejercicio que se encuentran en fase de construcción son en Los Ríos, en el parque de San Gerónimo y se proyecta levantar instalaciones similares en cada uno de los parques y espacios públicos bajo control del ADN.
“A pesar de que considero que estos parques ayudan a integrar a la sociedad y a motivar a la población a ejecutar una actividad física, considero que se deben reforzar la seguridad de esos parques y la iluminación”, agrega Dorrejo, quien considera que hasta el momento, el parque de la Plaza de Güibia y el del Mirador Sur son los cuentan con las mejores condiciones entre los parques de la ciudad.
“Esta es una iniciativa prácticamente nueva, la cual se debe seguir apoyando. Pero a sabiendas que no todas las zonas son adecuadas para este tipo de proyectos de esparcimiento público”, dice el urbanista.
Condiciones de estas áreas públicas
Según Dorrejo, sin importar el concepto bajo el cual se crea un parque público, estos deben tener en cuenta la distribución, construcción y ubicación.
“Un parque, ya sea infantil o con fines deportivos, debe tener una gran extensión de terreno con una superficie arborizada importante con relación al área del parque, de manera que pueda convertirse en un “pulmón” para la ciudad ante la enorme contaminación que se produce en la misma”, explica.
Un parque “ideal” es aquel que tiene una ubicación céntrica, con facilidad para acceder a las instalaciones, con líneas de transporte colectivo conectadas al mismo, con una superficie importante arborizada, con infraestructuras deportivas, zonas de ocio, espacios para realizar actividades culturales y con seguridad (aunque necesariamente no debe estar verjado).
Beneficios
Estudios indican que las personas que realizan actividad física al aire libre disfrutan más de la misma y presentan mayores niveles de vitalidad, entusiasmo, placer y autoestima, y menores niveles de tensión, depresión y fatiga.
Consideración
La Plaza de Güibia, en el Malecón de Santo Domingo, es el gimnasio público que más visitantes recibe.
