¡Demasiado para Álvarez!

LAS VEGAS, NEVADA (EE.UU.). Cuando se anunció, hace poco más de tres meses, que Saúl -Canelo- Álvarez aceptó enfrentar a Floyd Mayweather Jr, escribí -para comenzar a vaticinar su primer fracaso en una exitosa carrera profesional-…

LAS VEGAS, NEVADA (EE.UU.). Cuando se anunció, hace poco más de tres meses, que Saúl -Canelo- Álvarez aceptó enfrentar a Floyd Mayweather Jr, escribí -para comenzar a vaticinar su primer fracaso en una exitosa carrera profesional- que el joven púgil mexicano todavía no estaba apto para contender con un rival de tanto nivel.

Incluso para dar inicio a una “derrota anunciada” expuse esta advertencia: “Canelo Álvarez, no te atrevas”. Lo ideal para el joven pugilista mexicano, que además de perder su invicto (42-1-1, 30 nocauts) ya no es campeón del mundo,  era ir a una pelea más suave.

Contender, por ejemplo, con el puertorriqueño Miguel Cotto quien el cinco de mayo de 2011 también fue derrotado por Mayweather Jr.

Porque en una pelea con Cotto, a quien tenía amplias posibilidades de vencer -hasta por nocaut-, su experiencia en los ensogados iba a crecer. Hubiera sido un buen fogueo para él. Quienes estuvimos en este escenario de Las Vegas, especialmente los periodistas expertos en boxeo, por consenso externamos  una opinión: El muchacho mexicano no tiene la suficiente capacidad para disputarle la supremacía boxística internacional el estelar peleador estadounidense.

No llegó la sorpresa

Participé, como entrevistado, en varios programas de radio y televisión conducidos por colegas mexicanos y puertorriqueños.

Y planteé, como lo hice en mis artículos, reportajes y análisis publicados en el diario elCaribe, que Canelo Álvarez sólo tenía una oportunidad para salir airoso. O dar la gran sorpresa.

Esa oportunidad se resumía en un nocaut flat. Pero la sorpresa no llegó porque, como lo advirtió el propio Mayweather, “usted no le puede dar al cuerpo que no ve”.

El pelirrojo boxeador nacido en Jalisco, México, no llevó a la práctica toda la vocinglería que le caracterizó cada vez que le hablaba a la prensa.
No sé si sus entrenadores, especialmente Eddy –Chepo- Reynoso, no lo orientaron correctamente.

¿Por qué no lo hizo? Continuaré el próximo jueves.

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