Rihanna, la estrella de los diamantes que encanta

Punta Cana. Empecemos por el preludio del final: la silueta de la célebre artista Rihanna se iba perdiendo mientras descendía y salía del escenario a modo de despedida. Luego de poco más de una hora y media masticando los versos…

Punta Cana. Empecemos por el preludio del final: la silueta de la célebre artista Rihanna se iba perdiendo mientras descendía y salía del escenario a modo de despedida. Luego de poco más de una hora y media masticando los versos de ese repertorio que la colocó en los primerísimos lugares de la popularidad, retornó tras un tímido grito de un público que estuvo a la altura del concierto… y del lugar.

Con un escenario imponente detrás, adornado con la parafernalia propia de los artistas de su género –pantallas, sonido y luces para complementar su espectacular show– Rihanna volvió a pararse ante las aproximadamente 15,000 personas apostadas en el campo de golf del Hard Rock Hotel Punta Cana, y honró su final con dos bombazos que reanimaron la atmósfera: “Stay” y, naturalmente, concluyó con “Diamonds”.

Pero antes, la reconocida intérprete salió a escena a las 10:35 de la noche. De inmediato empezó a desgranar un repertorio que mezcló entre canciones electrizantes y otras que aplacaban la euforia, como “Pour it Up”. Y fue el segmento romántico, el menos candente, un momento penetrante, que si bien la gente respondió con indiferencia, es cuando Rihanna saca músculo para orgullo de sus antecedentes en el R&B.

Se esperaba una pasarela con los diseños que la artista tenía en su camerino, pero afortunadamente desistió de la idea, y vistió su conjunto floreado hasta el final, manteniendo su show por debajo de las dos horas. Muchas de las canciones que interpretó pertenecen a su exitosa producción discográfica Unapologetic. Salvo sus desafortunados doblajes –uno llega a acostumbrarse–, vale la pena ver en escena a esta diva irreverente, más cuando sabe subir la temperatura con algunos de sus hits más bailables, ya sea con “Where Have you Been” o “We Found Love”, ambos de su álbum de 2011, Talk that Talk.

Si la artista presume cuando se sumerge en las aguas del rhythm and blues, debemos darle crédito cuando se mete en la piel de bailarina: da sus buenos pasos, se suma a la coreografía grupal y, cuando se sabe que es la estrella –cuando está en solitario– pues muestra su vena más sensual, que es un recurso válido y efectivo en estos días. Con Rihanna todo cuenta, todo pesa y cada cosa está justificada para fortuna de su imperdible show del “Diamonds World Tour”. No podían quedarse temas como “Umbrella”, “Hate That I Love You”, “Rockstar”, “You That One”, “Man Down”, “Rude Boy” y “What’s My Name?”. En ánimo de corresponder la cálida bienvenida del público, la artista agradeció la concurrencia y prometió que este era el primero de muchos conciertos a los que aspira ofrecer en el futuro en el país. Y con lo que fue su inolvidable actuación, muchos le tomaron la palabra y se fueron con la esperanza de que cumpla su promesa.

Un evento organizado y sin contratiempos

El empresario Pablo Pou, responsable del montaje producido conjuntamente con el Hard Rock Hotel Punta Cana, con el patrocinio de la marca Budweiser, de Cervecería Nacional Dominicana, no dejó cabos sueltos y, con lo que significa trabajar con una artista que cuida cada detalle, cerró con broche de oro y sin contratiempo alguno. La gente empezó a llegar temprano al campo de golf acondicionado par a la ocasión, no hubo tumultos ni desórdenes.

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