¿Simples amas de casa?

Con frecuencia escuchamos personas que, para referirse a una mujer que no ha realizado estudios académicos o que ha optado por dedicarse a los trabajos propios del hogar, llaman a estas señoras “simples amas de casa”. Algunas veces son ellas…

Con frecuencia escuchamos personas que, para referirse a una mujer que no ha realizado estudios académicos o que ha optado por dedicarse a los trabajos propios del hogar, llaman a estas señoras “simples amas de casa”. Algunas veces son ellas mismas las que se adjudican este calificativo, casi de forma inconsciente o simplemente porque así son llamadas por otros.

Sin embargo, desde el punto de vista de quienes suelen etiquetar a las mujeres que hacen oficios doméstico como “simples amas de casa”, el trabajo de éstas es irrelevante, poco importante.

Pero viéndolo desde un punto de vista más justo, cuando la mujer toma las riendas de una casa asume una diversidad de funciones que la convierten en profesional de todas las áreas del saber. En su rol de esposa, la mujer es coadministradora de la comunidad de bienes que comparte con el marido.
La mujer, en su rol de ama de casa, es capaz de dar lecciones de economía y administración. Como madre, no hay mejor psicóloga, consejera y maestra. Cuando algún miembro de la familia enferma, ella, como la mejor de las enfermeras, lleva al pie de la letra las instrucciones del médico hasta su total recuperación.

Si de un conflicto entre hermanos se trata, ahí estará ella mediando, escuchando todas las versiones, antes de “fallar” su decisión. Ningún juez sería más imparcial y justo. Ante las constantes alzas de precios en los productos básicos y el congelamiento de los salarios, ella, asumiendo su papel de administradora y economista, se las ingenia para que en la mesa no falte la comida. Es ella quien con paciencia escucha los problemas de sus hijos y basada en las experiencias propias y ajenas, aporta sus consejos en procura de encontrar juntos la solución. Viendo con detenimiento todas las facetas que puede desempeñar la mujer que asume la administración del hogar, en verdad habría que pensarlo dos veces para calificar de simples las tareas de la casa. Ante un conjunto tan diverso y extraordinario de funciones, creo que son otras actividades las que deben ser llamadas “simples”.

Simples periodistas, simples abogadas, simples economistas, simples psicólogas, simples enfermeras, simples administradoras de empresas, entre otras.

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