Boxeo en RD y el fraude

En mi reciente viaje a Puerto Rico (una estancia de ocho días en noviembre) sostuve conversaciones con colegas periodistas boricuas especializados en deportes. Y, obviamente, hablamos mucho de boxeo… y de los púgiles dominicanos y puertorriqueños.&#8

En mi reciente viaje a Puerto Rico (una estancia de ocho días en noviembre) sostuve conversaciones con colegas periodistas boricuas especializados en deportes. Y, obviamente, hablamos mucho de boxeo… y de los púgiles dominicanos y puertorriqueños. En específico sobre la baja que ha sufrido el boxeo profesional de las dos islas. Es decir, el pobre desempeño que en los últimos años han tenido peleadores boricuas y dominicanos.

En ese marco, el veterano cronista David Colón Lebrón se lamentó de lo que él llamó “fraude”.

Se refirió a la “importación” de jóvenes boxeadores puertorriqueños que llegan a República Dominicana a fortalecer (¿?) sus expedientes. Son traídos a Santo Domingo para pactar “peleas” con boxeadores criollos. Pero esos rivales dominicanos en ocasiones no son realmente boxeadores. Han sido llamados, en forma peyorativa, “contendores postizos, taxistas o vendedores de chinas”. Vale señalar, que el pugilismo de Puerto Rico, con sus boxeadores, se aprovecha del “fraude” que organizan mercaderes del boxeo en República Dominicana.

Siempre he comentado en el programa Momentos del Boxeo, que comparto con el compañero Héctor Gómez (por CDN Sports Max, de Multimedios del Caribe), que en el país, a la vista, existe un solo promotor. Su nombre: César Mercedes quien es un serio organizador de positivos carteles de boxeo.
De manera que en eso de fraude, no está metido César Mercedes.

Hay que inspeccionar

Sobre el llamado fraude, que consiste en hacerles récords en el país a púgiles boricuas, hay que establecer responsabilidades.

El Comisionado Nacional de Boxeo, el colega y buen amigo Franklin Núñez, debe abrir una seria investigación e inspeccionar la posible zona del fraude.

Y, caiga quien caiga, sancionar drásticamente a quienes estén cometiendo ese fraude u organizando carteleras fantasmas.

De  mi parte, no esconderé culpables. Si encuentro pruebas al respecto, por esta misma columna -y hasta en reportajes- voy a revelar nombres. Porque no aceptaré que se engañe a la indefensa fanaticada del boxeo en nuestro país.

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