¡Cero pretextos!

Dominio propio es aquello que todo hombre de éxito necesita para que las piedras de su camino no le pongan contra el suelo, lo que sujeta el pulso a nuestros impulsos y sofoca el oleaje interior de los instintos más locos que nos combaten. San Pablo&#82

¡Cero pretextos!

Dominio propio es aquello que todo hombre de éxito necesita para que las piedras de su camino no le pongan contra el suelo, lo que sujeta el…

Dominio propio es aquello que todo hombre de éxito necesita para que las piedras de su camino no le pongan contra el suelo, lo que sujeta el pulso a nuestros impulsos y sofoca el oleaje interior de los instintos más locos que nos combaten. San Pablo advierte en Efesios 4:26 “Airaos, pero no pequéis”. ¡Medítalo! Jesús pudo actuar en sus fuerzas en el momento que lo apresaban, le dijo a sus discípulos: “¿acaso ustedes no creen que puedo pedirle a mi Padre 12 legiones de ángeles?”, pero Él bajo ningún pretexto torcería el plan, demostró que el Espíritu Santo prevalece en aquellos que se sujetan a Dios y nos mostró que hacer lo mejor no es “hacer lo mejor que se puede”, sino lo que se debe.

Posted in Sin categoría

Dominio propio es aquello que todo hombre de éxito necesita para que las piedras de su camino no le pongan contra el suelo, lo que sujeta el pulso a nuestros impulsos y sofoca el oleaje interior de los instintos más locos que nos combaten. San Pablo advierte en Efesios 4:26 “Airaos, pero no pequéis”. ¡Medítalo!

Jesús pudo actuar en sus fuerzas en el momento que lo apresaban, le dijo a sus discípulos: “¿acaso ustedes no creen que puedo pedirle a mi Padre 12 legiones de ángeles?”, pero Él bajo ningún pretexto torcería el plan, demostró que el Espíritu Santo prevalece en aquellos que se sujetan a Dios y nos mostró que hacer lo mejor no es “hacer lo mejor que se puede”, sino lo que se debe.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas