Durante mucho tiempo los conductores se han quejado, con justa y sobrada razón, del alto costo del peaje que se cobra en la carretera Juan Pablo II, la que comunica a Santo Domingo con el cruce del Rincón de Molinillos, y desde donde se puede continuar hacia Las Terrenas, Sánchez y Samaná, o hacia Nagua, Río San Juan, y el Nordeste del país.
En esa carretera, común y corriente, los automóviles, camionetas y yipetas deben pagar RD$53 en la primera estafeta de Marbella, RD$174.00 en la segunda estafeta de El Naranjo, RD$204.00 en la tercera estafeta de Guaraguao y RD$507.00 en la cuarta estafeta que llega a Las Terrenas, mientras que los minibuses pagan RD$106.00, RD$344.00, RD$423.00 y RD$1,032.00 respectivamente, los autobuses y camiones de dos ejes deben pagar RD$133.00, RD$458.00, RD$550.00 y RD$1,345.00 respectivamente, pero los camiones y volquetas, de 3 o más ejes, están obligados a pagar RD$199.00, RD$635.00, RD$780.00 y RD$1,901.00.
Y como si este peaje fuera muy poco, el Contrato con Autopistas del Nordeste obliga al Gobierno dominicano a pagar un subsidio, o peaje oculto, que promedia los RD$2,000 millones anuales, equivalentes a 5.5 millones de pesos diariamente, que si los dividimos entre la cantidad promedio de 2,000 vehículos por cada día, tendríamos un peaje adicional de RD$2,740.00 por cada vehículo que viaja a través de esa carretera, y ese peaje oculto es pagado por el Gobierno dominicano con fondos públicos que son muy necesarios para mejorar los servicios hospitalarios y los servicios de agua potable.
Un viaje de ida y vuelta a Las Terrenas tiene un costo de RD$1,638.00 para vehículos livianos; RD$3,328.00 para los microbuses y minibuses, RD$4,346.00 para autobuses y camiones de dos ejes y RD$6,154.00 para camiones y volquetas de 3 ejes, a todo lo cual debemos sumarle los RD$2,740.00 pagados por el Gobierno como peaje oculto por cada vehículo, totalizando un exorbitante costo que varía entre RD$4,378.00 para los vehículos livianos (RD$16.20/km) y RD$8,894.00 (RD$32.90/km) para los vehículos pesados de 3 ejes, lo que obliga a rescindir ese Contrato, previo pago del dinero invertido, menos lo ya amortizado.
Pero mientras un vehículo liviano que utiliza esa carretera para viajar desde Las Terrenas hasta Santo Domingo paga 16 pesos por cada kilómetro recorrido, lo cual es sumamente caro, al seguir para Dajabón sólo paga 30 pesos por todo un recorrido de 305 kilómetros de ida y 305 kilómetros de regreso, es decir, 30 pesos por 610 kilómetros, y al viajar desde Santo Domingo a Pedernales sólo paga 30 pesos por un recorrido de 335 kilómetros de ida y 335 kilómetros de regreso, es decir, 30 pesos por 670 kilómetros (4 centavos por cada kilómetro), lo cual es sumamente barato, evidenciando una marcada desproporcionalidad donde el peaje unitario de la carretera a Las Terrenas es 400 veces más caro que el peaje unitario a Pedernales, y esa desproporcionalidad debe ser corregida en un breve plazo.
Si queremos buenas carreteras, con buen mantenimiento, libres de hoyos, y con asistencia y seguridad vial, debemos pagar peajes, pero nunca peajes tan horrorosamente caros como el peaje de la carretera de Santo Domingo a Las Terrenas, ni peajes tan ínfimamente bajos como el de la carretera de Santo Domingo a Pedernales y el de la carretera de Santo Domingo a Dajabón. Ningún peaje vial en la República Dominicana debía pagar más de 50 centavos por cada kilómetro recorrido.
