“Tengo el poder por naturaleza de dibujar y pintar”

La trayectoria de Ramón Oviedo, necesariamente ha sido seguida con especial atención por muchos estudiosos, puesto que de forma autodidacta ha sabido beber de los lenguajes internacionales que permiten a todo ente creativo ubicarse en el contexto…

La trayectoria de Ramón Oviedo, necesariamente ha sido seguida con especial atención por muchos estudiosos, puesto que de forma autodidacta ha sabido beber de los lenguajes internacionales que permiten a todo ente creativo ubicarse en el contexto para que pueda ser asumido como artista, más aún, como Maestro.

Uno de los principales pendolistas de su tiempo, famoso por el trabajo de rótulos, de poco hablar, de un trato directo y sin artilugios, prefiere que sean sus obras las que expresen lo que siente y cómo lo siente. Muy preocupado por los problemas sociales de su República Dominicana y, sobre todo, de su gente.
Pocos han tenido la suerte de conversar por estos días con el maestro Ramón Oviedo, luego de que le fuera concedido el Premio Nacional de Artes Visuales 2013 por el Ministerio de Cultura. elCaribe tuvo un acercamiento a la intimidad de su hogar. Desde este espacio se puede tener acceso al artista, pero también a Oviedo como padre, como abuelo y como ser humano. Es la esencia viva de un ser luchador, de energías. Un individuo sencillo y fuerte a la vez  que vive sin importarle mucho lo que piensen los demás, como un ente libre, que dispone de su propio tiempo, pero sobre todo con un nivel de lucidez admirable.

Maestro, ¿cómo decide incursionar en las artes visuales?… háblenos con total libertad.
Empecé a pintar desde muy temprana edad, pero todo ha sido muy vocacional, y como no tenía poder económico para ir a inscribirme a una academia: ni a la  pública ni la privada. No dinero para pagar la academia pública, porque ahí no cobran, sino más bien para comprarme ropa y estar presentable dentro de un número de jóvenes que estaban aprendiendo en la academia, entonces decidí formarme solo.

Después, cuando me doy cuenta del nivel que ocupo como dibujante y pintor, me dije para mis adentros: ¡qué bueno!, me felicito por no haber ido nunca a la academia. Y con esto espero no resultar jactancioso. Sabes quién me acompañó nada más en esa posición: Jesús Desangles, porque acababa de hacer lo mismo. Él fue a la academia y se dio cuenta que allí lo que había era una cantidad de personas equivocadas. Fíjate el concepto que tenían: “Si no has pasado por la academia, no puedes ser pintor”. Hasta ahora, es la única forma o arma que tienen algunos para atacarme; pero a pesar de eso, cualquier académico puede sentarse a pintar y dibujar conmigo y se puede apreciar el resultado entre su obra y la mía, pues con academia o no, hoy se puede medir el valor de mi trabajo.

Y esa visión por parte de algunos maestros, ¿no cree que incidiera en muchos alumnos?
Yo conozco esa posición de los estudiantes, porque muchos profesores desviaron muchos alumnos, inculcándoles que debían ir a la academia para poder ser aceptados como pintor. Lo grande es que muchos de los que decían eso no han trascendido. Como conozco eso, no culpo los estudiantes, porque éstos son dóciles y más cuando hay profesores que hablan portentosamente.
El alumno entonces vive asustado, porque no lo van aceptar como pintor si no se gradúa en la academia. Pero si se detuvieran a pensar sobre ese concepto que tienen algunos profesores, usted va a terminar dándose cuenta cuán equivocados han estado. Tú misma lo dijiste al inicio del diálogo: que hay muchos maestros, pero maestros de verdad  a nivel internacional, no maestro porque imparten enseñanzas, sino porque hacen una obra que está aceptada como muy buena y que en su momento no fue aceptada por la academia.

En el camino siempre existen personas que cuestionan lo que hacemos, ¿se ha encontrado con alguien que se haya retractado por no creer en su labor artística?
Muchacha!, qué difícil se le hace al hombre poder admitir que ha estado equivocado. Eso es algo que sólo lo expresan las personas que saben pensar bien y que terminan entendiendo lo equivocado que estaban.

¿Cómo es que logra incorporarse al contexto artístico nacional?
Para poder hacer todo lo que yo he hecho y llegar ahí, habría que comenzar a vivir en esos tiempos que me tocaron a mí. Ahora es más fácil conseguir un trabajo en un periódico o en una agencia de publicidad, y hay quienes se conforman y consideran que están realizados como trabajadores de la plástica y eso está muy lejos de ahí. Yo pasé por muchas instituciones para poder formarme. Han sido muchos los cuadros que he tenido que pintar. No hay mejor forma para incorporarse en un medio que seguir haciendo lo que nos gusta y con total libertad, pero con cierta prudencia.

¿Cómo logra organizarse para lograr ser un maestro en las artes de forma autodidacta?
Hay una cosa, y es lo que yo siempre he dicho y lo seguiré diciendo, el que quiera creerlo así que lo crea y el que no, que no lo crea por razones de incompetencias. Yo no necesité organizarme en este sentido, porque como soy completamente autodidacta, modestia aparte, tengo el poder por naturaleza de dibujar, y después de dibujar; pintar. Así que no necesité organizarme insisto, porque también el organizarse no trae buenos resultados, siempre que se tenga el poder natural. Sólo hay que tirar para adelante, no hay que estar pensando de si es por aquí o por allí, que esto debe estar al lado de esto o lejos de esto. Puede estar todo revuelto y usted sabrá escoger por intuición.

¿Cómo se siente por haber sido reconocido con el máximo galardón a las artes visuales de nuestro país?
Siempre, cuando le hacen un reconocimiento, uno se siente bien, porque si dice lo contrario es un hipócrita; pero eso no es para creerse que uno llegó a la meta ni mucho menos. Ahora es cuando hay que seguir firmes a nuestros principios.

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