Las peñas: entre bebida, comida y buenos temas

Demostrar que el cerebro de los hombres libera más neurotransmisores después de consumir cerveza es uno de los logros de un estudio reciente realizado por la Universidad de Indiana, en Estados Unidos. Posteriormente, se observaron los efectos generados&

Demostrar que el cerebro de los hombres libera más neurotransmisores después de consumir cerveza es uno de los logros de un estudio reciente realizado por la Universidad de Indiana, en Estados Unidos. Posteriormente, se observaron los efectos generados con agua, bebidas energizantes o la cerveza favorita de cada participante, teniendo en cuenta que cada hombre recibió 15 mililitros (cómo repartir una cerveza entre 38 personas), motivo por el que no debería tener efectos sobre el cuerpo. Se notó entonces que el cerebro generaba más dopamina y buena parte de los participantes aseguraron que querían tomar cerveza. 

El objetivo de la investigación fue desentrañar los secretos que se deben conocer para que un hombre sea feliz con su entorno y vida y familiar. Simplemente, el hombre necesita tener la libertad para poder salir con los amigos dos veces a la semana. Eso lo hace feliz.

El psicólogo Robín Dunbar estuvo a la cabeza del estudio y declaró al diario “The Vancouver Sun”, que la salud de un hombre y su bienestar, mejoran si se junta con sus cuatro mejores amigos, dos veces por semana en reuniones donde “hagan cosas”. Esos estudios aseguraron que es en esas instancias donde los hombres en forma exclusiva pueden socializar, beber y reír juntos y se determinó también que los beneficios para la salud de estos comportamientos estarían en que, en caso de enfermedad, sus tiempos de recuperación son más rápidos y que a la vez incrementan sus niveles de generosidad.

En nuestro patio a estos tipos de encuentros es lo que conocemos como peñas,  y entre quienes tienen el hábito destacan los periodistas Ruddy González, Orlando Gil y el comunicador George Rodríguez, quienes comparten con elCaribe sus vivencias.

Qué son las peñas

“Generalmente, las peñas o tertulias surgen con la reunión frecuente de un par de amigos que deciden institucionalizarlo, en algún lugar y en días y horas específicas, a la cual van integrándose otros amigos comunes, constituyendo así una norma de costumbre, convirtiéndose en lo que se llama “una peña” o “tertulia’”, explica Ruddy González, al ser abordado sobre el tema, quien es fijo todos los sábados en el supermercado Nacional de la 27 de Febrero. Se le conoce como La pena del Nacional.

George Rodríguez se inició en esa misma peña en 1986 por una invitación que le hizo su amigo Daniel Perdomo, uno de los fundadores. Rodríguez pertenece a dos. La otra es el primer viernes de cada mes en un restaurante diferente la cual se inició en el 2011.

Generalmente son amigos afines o se integran otros que siguen líneas de conducta, profesional, política o de intereses comunes, explica Ruddy, quien pertenece a tres peñas. De todas, destaca la del Nacional, a la que tiene más de 20 años asistiendo.

“Esta es una peña de muy rica diversidad, donde uno tiene la oportunidad de intercambiar con amigos, conversar de variados temas, discutir temas personales con otros de los contertulios, renovar afectos, hacer planes para otros encuentros… es una oportunidad riquísima de evitar que los amigos se distancien o para mantenerse “al día”, porque cada uno tiene experiencias de temas nacionales y/o internacionales, desde ópticas diferentes, lo que le permite a uno ver con una visión más amplia cada caso”, relata el periodista.

Son encuentros entre amigos que sirven para “compartir experiencias, debatir ideas pero, sobre todo, pasar un momento que nos permita desconectarnos de los problemas diarios”, apunta Rodríguez. Los temas preferidos? Políticos, económicos y culturales.

Los contertulios habituales -continua su relato Ruddy- “somos unos 10, pero generalmente acuden uno que otro que no son ‘fijos’ todos los sábados. Algunos se alejan por tiempos, debido a asunto de trabajo, política u otras situaciones, pero en algún momento vuelven. Otros pasan, por unos minutos, por la peña, se toman un café o una cerveza, “pican” algo de comer, conversan con el colectivo y/o con alguien en especial”.

En temporadas especiales….

Durante el mes de diciembre de cada año, acostumbran a hacer encuentros de la peña en casas de veraneo de los miembros como han sido los casos de la finca de Danny Perdomo, la casa de playa de Andrés Henríquez, la villa de Metro de Ruddy… Una o dos veces al año se hace una cena en un restaurante de lujo en que acuden en pareja y es una noche de gala.  “Por lo general, los temas son los de actualidad y surgen de manera espontánea”, dice don George, quien como anécdota cuenta que los miembros de la peña que son designados en posiciones públicas suelen ausentarse en su gran mayoría. Y aunque existen pensamientos diferentes “sabemos manejarlos para evitar confrontaciones”, apunta el comunicador.

Funciones

Ruddy González es el tesorero. Se toma como punto de partida el total, incluyéndoles la propina para el chef y las dos personas que los atienden y para el aguacatero, que todas las semanas les lleva media docena de aguacates seleccionados, que se degustan tanto en la comida como en las entradas. De la peña del Nacional dice Orlando Gil que no hay jefe ni capitán, tal vez una especie de coordinador, función que “se me atribuye o por ser fundador, o el de más edad, o porque llego más temprano”.

Gil no se considera muy gregario pues no pertenece a partido, ni a club social, ni a equipo deportivo, ni a sindicato, “siempre me gustó compartir con personas amigas y afines. Hablar de política, de música, de pintura, de cine, de cultura en general”. Recuerda haber pertenecido a una peña que se reunía los sábados en la casa del pintor y escultor Antonio Prats Ventó -Tony- y su esposa Rosa María García.

Allí acudían Antonio Zaglul, el siquiatra; y Cuchito Álvarez, director del elCaribe, y los periodistas Mario Emilio Pérez, Carmenchú Brusiloff, Magda Florencio y artistas incipientes y consagrados. Igualmente Orlando formó parte de un grupo que se juntaba en la cafetería de la farmacia Carmina, todos los días al atardecer hasta entrada la noche, y que era muy heterogéneo en lo social, en lo político y en lo ideológico.

Eran del PRD, del PLD, del PRSC y de izquierda. Allí se congregaban Milagros Ortiz Bosch, Euclides Gutiérrez Félix, Dato Pagán, Pedro Haché, los hermanos Ducoudray (Juan y Félix Servio ), José del Castillo, Amiro Cordero Saleta, Tonito Abreu, Rosa Ng, y muchos otros. También recuerda “una tertulia que se hacía en un bar que quedaba en el sótano del hotel Cervantes y a la que iban periodistas que escribían de política, eran editores, y a la que se integraban políticos que eran dirigentes de partidos. En especial jóvenes.  Esos encuentros dieron lugar al Círculo de Cronistas Políticos que se fundó luego en mi casa. Eran asiduos Leo Hernández, Ricardo Rojas, Saúl Pimentel, Nelson Encarnación, Leandro Cepeda, Abigaíl Peña, Pablo Jerez, Jesús Manuel Jiménez, entre otros, dice el periodista.

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