El lado oscuro de los jugos

Equilibrio, balance, compensación. Son palabras vitales para el correcto e ideal desarrollo de la vida humana en todos los aspectos que giran en torno a ella (familia, trabajo, diversión, estudios…) Ahora bien, cuando…

Equilibrio, balance, compensación. Son palabras vitales para el correcto e ideal desarrollo de la vida humana en todos los aspectos que giran en torno a ella (familia, trabajo, diversión, estudios…) Ahora bien, cuando uno de ellos se escapa de las manos, por lo regular tiende a producir irregularidades. Por ejemplo, en la alimentación. Más aún cuando se tiende a la obsesión.  Y es en esta época donde las personas, por presión social y los nuevos cánones de belleza, pueden ser más vulnerables a caer en algún círculo vicioso, o mejor dicho, trastorno alimenticio.

“Un trastorno de la alimentación es una enfermedad que causa graves perturbaciones en la dieta diaria, tales como comer cantidades muy pequeñas o comer en exceso. Una persona que lo padece puede haber comenzado por comer ligeras o exageradas cantidades de comida, pero en algún momento el impulso de comer más o menos se dispara sin control alguno. Angustia severa o preocupación por la forma o el peso del cuerpo también se pueden caracterizar como un trastorno de la alimentación”, explica en su portal, el Instituto Nacional de la Salud Mental de los Estados Unidos.

Quizás los trastornos más populares son la anorexia (cuando la persona adelgaza demasiado, pero no come lo suficiente porque se siente gorda); la bulimia (donde la persona come demasiado seguidos de frecuentes purgas, a veces vómitos autoprovocados o uso de laxantes) y la compulsión para comer (ingesta sin control). Sin embargo, no es de extrañar que la misma evolución de la humanidad, avances y nuevas necesidades, casi siempre creadas por el mismo hombre, haya incitado la apari ción de otras no tan conocidas.

Es el caso de la jugorexia. Sí, como lo lees. Su nombre delata a simple vista en qué consiste, pero para despejar dudas te contamos. Podría definirse como una enfermedad asociada a la anorexia, caracterizada por la adicción a tomar únicamente jugos “verdes” y agua por días, semanas o meses, con el fin de reducir peso, y en algunos casos, desintoxicar el cuerpo.

El reconocido cirujano Mehmet Oz David Shankbone, profesor en la Universidad de Columbia, fue una de las principales voces de alarma en su programa televisivo Dr. Oz Show, al expresar en su momento que “la pérdida de peso es rápida pero sólo visual, porque se pierde en su mayoría líquido y masa muscular”.

“La presión mediática que existe en torno al adelgazamiento tiene un papel decisivo en la aparición y desarrollo de los trastornos alimenticios”.Sócrates Socías, endocrinólogo-internista.

“Para nada estoy de acuerdo con las nuevas dietas que se promueven en la actualidad, esas basadas únicamente en jugos, aunque sea sólo por dos o tres días. ¿Por qué razón? Es que el cuerpo necesita proteínas, carbohidratos y grasas saludables que las frutas y vegetales no proporcionan”, manifiesta la nutricionista Rosa Uribe, quien considera que este tipo de trastorno podría tener sus posibles causas en la tan afamada desintoxicación a base de jugos naturales de frutas o vegetales, logrando que muchas personas tomen posturas extremas.

A su opinión le sumamos el empleo de las redes sociales, ya que de forma viral, la fiebre por todo lo orgánico y detox le ha dado la vuelta al mundo con fotos y videos que muestran sus “positivas” experiencias y resultados. Además es fácil de acceder a ella: simplemente ir de compra a establecimientos de comida saludable, o mucho mejor, acceder a internet, buscar la receta y elaborarla en casa. ¡Sencillo!

“Primero pierden líquidos y piensan que se ven más delgadas, luego pierden músculos y dicen que se ven genial, por último se logra perder el tejido graso. Al consumir jugos por semanas o meses el corazón, al igual que el resto de los músculos, pierde peso y se encoje a tal punto de ocasionar un infarto cardíaco y morir”, Dr. Oz, profesor en la Universidad de Columbia

Uribe aclara que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de padecer este tipo de  trastorno, que bien podría iniciar durante la adolescencia y con frecuencia se presentan con depresión, ataques de ansiedad y abuso de drogas, en el peor de los casos.

De su parte, Sócrates Socias, endocrinólogo-internista, sugiere que “es importante obtener ayuda a tiempo y así evitar lamentaciones. Una persona que se someta a este tipo de régimen, la jugorexia, no puede hacer actividades que requieran un mayor esfuerzo físico, pueden marearse, incluso, no tener ningún tipo de energía, ni siquiera para levantarse de la cama”. Para él, los trastornos de la alimentación son problemas de conducta muy serios, al causar problemas en el corazón, en los riñones e incluso, la muerte.

 

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