El Palacio policial de SDN

El gobierno está construyendo locales policiales en la mayoría de los municipios. Iniciativa hace tiempo reclamada por obvia y a veces porque los establecimientos de la Policía en algunos pueblos son una vergüenza.En tiempos difíciles…

El gobierno está construyendo locales policiales en la mayoría de los municipios. Iniciativa hace tiempo reclamada por obvia y a veces porque los establecimientos de la Policía en algunos pueblos son una vergüenza.

En tiempos difíciles por la inseguridad, la gente clama porque la Policía esté presente y asentada en espacios adecuados. Y desea ser escuchada al momento de definir dónde levantar las sedes de los agentes y las características de las mismas.

Pero la gente no es escuchada y los responsables, sean la Policía, los ayuntamientos o la Oficina de Desarrollo Provincial, o la instancia que fuere, toman las decisiones sin oírla. Es lo que sufren los residentes organizados de Santo Domingo Norte, popularmente identificado como Villa Mella. Villa Mella hay que considerarla como una ciudad con sus especificidades, lo mismo que los otros municipios que constituyen la provincia de Santo Domingo.

Que construyan un palacio policial en Villa Mella está bien, pero no hablaron con los destinatarios finales de la obra, que son los vecinos de esa comunidad. La Policía está para atender, servir, proteger, pero sus locales deben ser situados de forma que no se conviertan en un factor que altere los hábitos y usos ciudadanos.

Los vecinos de Villa Mella creen que la ubicación de la obra, al final de la avenida Hermanas Mirabal, que es la puerta de entrada y salida hacia la provincia de Monte Plata, en la cercanía de la parada Mamá Tingó del Metro de Santo Domingo, impactará negativamente un entorno ya de por sí canibalizado y caótico.

Pero más que eso, con la instalación en ese sitio, se llevan de encuentro un parque que la administración de Francisco Fernández condenó al abandono y que los vecinos prefieren preservar como desahogo de una zona en estado crítico.

Como no se da seguimiento a nada, se olvida que unos cuantos metros más adelante estuvo proyectado un gran distribuidor del tránsito en la entrada y salida hacia el Nordeste, y que por descuido de las autoridades, nunca fue desarrollado. Hoy es un caos. Un palacio policial ahí lo convertiría en un pandemónium.

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