Bidó Medina: “Mientras exista el PLD, yo seré peledeísta”

Muchas cosas llenan de orgullo a José Joaquín Bidó Medina, miembro fundador del Partido de la Liberación Dominicana, entre ellas, haber estado cerca de Juan Bosch, durante la transición del Partido Revolucionario Dominicano al PLD y aportar sus&#8230

Muchas cosas llenan de orgullo a José Joaquín Bidó Medina, miembro fundador del Partido de la Liberación Dominicana, entre ellas, haber estado cerca de Juan Bosch, durante la transición del Partido Revolucionario Dominicano al PLD y aportar sus ideas en la conformación de los primeros estatutos de esa organización.

Asegura que al llegar al PLD tras haber recibido una invitación del profesor Juan Bosch, se quedó en esa organización por las bases sobre las cuales fue edificada y por la visión política que desde el comienzo tuvo su líder.

Como todo ser humano, ha tenido experiencias dolorosas, la más dura y cruel para cualquier padre, la muerte de uno de sus hijos. Hablar de esta pena le quiebra la voz y deja al descubierto que lleva en el alma un profundo dolor.
En su casa no falta el amor del esposo y padre orgulloso, que disfruta los éxitos alcanzados por sus hijos.

1. Del Sur
Nací en Barahona, el nueve de noviembre de 1932. Éramos cinco hermanos, hoy solo quedamos tres. Mis padres se llamaban José Joaquín Bidó Concepción y Carmela Medina Leyva. Yo tuve una infancia muy bonita. Mi papá, José Joaquín Bidó Concepción, vivió muy bien pero cuando yo nací, ya las cosas no estaban tan bien. Mi papá tenía un negocio de vulcanizadora, arreglaba gomas, vendía gomas nuevas y alquilaba bicicletas y la guardia, antes de Trujillo, le cogía bicicletas a crédito y no se las pagaba.

2. Chichí
En mi casa, y algunos amigos de la infancia, me decían Chichí. Esto fue porque cuando yo estaba recién nacido, al lado de la casa de mis padres se mudó una familia de apellido Oliva, el padre era cubano y la madre dominicana, y tú sabes que los cubanos son muy jocosos. Un día mi madre me tiene cargado en sus brazos y estaba conversando con el señor Oliva y su esposa Francisca, y mi hermano Guillermo, que es mayor que yo y ya caminaba, comenzó a llorar y a halarla por la falda para que lo cargara y el vecino le dijo: “Cállate, que tú no eres ningún chichí, el chichí es este, tú eres un chichón”. Y así nos dicen todavía, a él Chichón y a mí Chichí.

3. Quería ser músico
Soy coleccionista de música. Yo quería ser músico y mi papá no me dejó, cosa que le agradezco. Mi papá no quería que yo me dedicara a la música, yo no hacía nada sin consultarlo con mi papá y cuando le dije que quería ser músico y que me quería inscribir en la Academia de Música, él me dijo que no. Yo aprendí con mi papá los tangos de Gardel y muchas canciones cubanas, que él cantaba, pero me dijo que si yo estudiaba música, terminaría haciendo dos cosas que él no quería para mí. Me dijo: “Primero, vas a terminar tocándole marchas a Trujillo en la calle, además vas a tener que estar tocando fiestas y bailes.

4. Juguetes en el parque
Un día estaba yo en el parque y estaban repartiendo juguetes y la mamá de Cabito Gautreaux, que era amiga de infancia de mi mamá, me alcanzó a ver y me conoció. Yo estaba como a cinco o seis bancos de donde estaban repartiendo los juguetes, y ella me llevó uno de los juguetes que estaban repartiendo, pero yo le dije que no lo quería. Entonces ella me dijo que era amiga de mamá, insistió para que aceptara el juguete y me dijo que ella iría el domingo a mi casa. Yo acepté el regalo y fui donde mi mamá y le dije lo que había pasado. Conmigo andaba Olgo Santana que llegó a ser jefe de la Marina, él me llevaba como un año, siempre andábamos juntos, nos decían el 11. A los tres días de eso, que fue como un jueves, y el domingo por la mañana, llegué a mi casa y encontré a doña Nieves en mi casa, hablando con mi mamá. Cuando entré me abrazaron y doña Nieves dijo que le había gustado mucho mi gesto, porque yo no andaba como otros niños. Además, papá me había dicho que no me metiera en garatas.

5. Un tiburón
Yo era un niño tranquilo, lo único que yo hacía era que me iba a pescar al muelle, a un lugar que le decían El Empate, en Barahona. En El Empate, había una zona en la que no se podía caminar, porque era para llevar cargas de melaza. Ahí por poco un tiburón se come al hermano de Casandra Damirón, cuando él se tiró de un trampolín que había cerca de la playa y los muchachos que estaban en el trampolín, cuando él se tiró, vieron el tiburón detrás de él y le gritaron que tuviera cuidado. Cuando lo halaron por los brazos, por poco se lo comía el tiburón. Yo nunca me metí a bañarme ahí.

6. Medicina
Yo lo que iba era a estudiar Medicina, por eso me inscribí en el cuarto de Ciencias y cuando le comenté a algunos amigos, me dijeron: “Pero tu papá tiene dinero para pagarte los estudios, porque el que estudia Medicina, no puede trabajar. Tiene que ir a la universidad por la mañana y por la tarde”. Ya mi papá no me podía dar dinero y al darme cuenta de que estudiar esa carrera no me iba a permitir trabajar fui donde el director de la escuela y le pedí que me cambiara del cuarto de Ciencias, para el cuarto de Filosofía y fue así como decidí estudiar Derecho.

7. Sastre
A mí me hacían trajes y me los hacían mal hechos, por eso decidí aprender a cortar la tela para los trajes y mi hermano los cosía. Yo iba mucho al cine y veía a los caballeros con esa ropa tan bien hecha y quería lucir así. Mi hermano, que es fotógrafo, dentro del cuarto de revelado forraba las paredes de papel y hojas de revistas y en una de esas hojas yo vi un anuncio que decía: ‘Carlos Manuel Ayala, Academia de Corte Gentleman, La Habana, Cuba’. Entonces yo me interesé, para esa época yo tendría 14 años, cogí la nota, escribí y me respondieron como a los 40 días diciéndome que tenía que enviar un giro de 55 dólares. Fui al banco, cambié los dólares y en un tiempo más o menos de 40 días recibí las reglas de medir, los libros de sastrería y me puse a estudiar, compré papel para cortar. Luego, yo aprendí a coser un poco.

8. Trabajo en Barahona
Me contrataron como sastre y me tocó cortar los uniformes de los integrantes de la Banda Municipal de Barahona, y quedaron tan bien que cuando los operarios de la sastrería se querían hacer un traje para ellos, decían que los querían igual a los de Bidó. Luego, aprendí un poco más y cuando vine a la capital hice un ahorro con lo que me ganaba haciendo trajes. En ese entonces yo trabajaba en Barahona, hacía trajes y yo no era sastre, el sastre era mi hermano, que cosía muy bien, pero yo aprendí a cortar. En la universidad pensaban que yo era rico, por lo bien que yo vestía, cada vez que veía una tela bonita me hacía un traje y usaba los zapatos de moda que eran de dos tonos, blanco y marrón.

9. Esposa e hijos
Conocí a mi esposa porque yo caminaba por la Bartolomé Colón, para ir a abordar los carros y ella vivía a una esquina de ahí. Un día la vi hablando con Yolanda, estaba dando con la sombrilla en el contén, me llamó la atención, pero no le dije nada, uno era muy respetuoso. Un día estaba yo en la calle donde ella vivía, yo estaba en la casa de Gustavo Rodríguez, un gran amigo mío, y entonces ella pasó al frente y entró a una casa y le pregunté a mi amigo si la conocía, me dijo que sí y le dije que la invitara a compartir con nosotros, lo hizo y de ahí iniciaron las relaciones. Ella se llama Isabel Franco y es psicóloga. Tengo cinco hijos, de los cuales uno murió.

10. Una pérdida irreparable
Sin dudas, lo más triste que me ha pasado en la vida es la muerte de mi hijo, José Joaquín Bidó Franco, él murió de la manera más triste. Él trabajaba en el Ayuntamiento, ya se había casado y tenía una hija y con unos compañeros de trabajo frecuentaba un centro de masajes, en el que en realidad trabajaban prostitutas y eso fue un escándalo y por vergüenza se suicidó. Eso es lo más triste que me ha pasado en la vida. Era un muchacho brillante.

Rector de la UASD, primero boschista

Yo llegué al Partido de Liberación Dominicana por invitación de don Juan. Mientras el partido exista yo estaré en él, no para buscar prebendas, ni para hacerme rico, sino porque Juan Bosch fundó ese partido para que continuara en la manera de lo posible, la obra de Duarte, Sánchez y Mella, en beneficio de los dominicanos. Por eso me siento muy bien con que Danilo esté fundando escuelas y que le esté dando facilidades a los artesanos y a los agricultores. No importa quién esté yo seré peledeísta, ahora, yo soy boschista primero. Ahora vienen muchos al partido, no por su ideología política, sino buscando como las moscas y las cucarachas, ventajas. Don Juan no podría creer que un compañero del partido mandara a matar a otro. Él decía que el hombre que maltrataba a su compañera, no merecía pertenecer al PLD.

Fui profesor de la UASD y luego, por concurso me eligieron para ser rector, yo no quería ser rector porque tenía una oficina de abogados donde me iba muy bien, pero don Juan me dijo que aceptara, porque en esa universidad estudiaba la gente pobre y si en tres meses no se elegía a un rector, se corría el riesgo de que el Gobierno designara a cualquiera en esa función. Visto de esa manera, acepté. Ya como rector de la UASD me dediqué a corregir una serie de vagabunderías que allí acontecían. Recuerdo que nos llegaron denuncias de que algunos profesores a las muchachas bonitas las amenazaban con reprobarles las materias si no se acostaban con ellos. A todos esos profesores sinvergüenzas los expulsamos de la academia. 

Oportunismo
Ahora vienen muchos al Partido de la Liberación Dominicana, no por su ideología política, sino buscando como las moscas y las cucarachas, ventajas”.

Convicción
Juan Bosch fundó ese partido para que continuara, en la manera de lo posible, la obra de Duarte, Sánchez y Mella, en beneficio de los dominicanos”.

Rector
No quería ser rector de la universidad, porque tenía una oficina de abogados donde me iba muy bien, pero don Juan me pidió que aceptara”.

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