¿Existe una conexión especial entre los gemelos?

La individualidad es algo que las personas luchan por alcanzar desde la infancia. Esto, por lo regular, comienza en el seno familiar cuando los hijos, en el proceso de descubrimiento y desarrollo buscan la manera de cambiar…

¿Existe una conexión especial entre los gemelos?

La individualidad es algo que las personas luchan por alcanzar desde la infancia. Esto, por lo regular, comienza en el seno familiar cuando los hijos, en el proceso de descubrimiento y desarrollo buscan la manera de cambiar la ropa con la que sus…

La individualidad es algo que las personas luchan por alcanzar desde la infancia. Esto, por lo regular, comienza en el seno familiar cuando los hijos, en el proceso de descubrimiento y desarrollo buscan la manera de cambiar la ropa con la que sus padres los visten, rechazan la comida que les proveen, e incluso, la preferencia de unos juegos por otros. Por ejemplo, que al padre le guste el béisbol y el niño prefiera juegos de mesa. 

Sin embargo, cuando vienes al mundo con otro ser que se parece tanto a ti, como si te estuvieras viendo constantemente en un espejo, como es el caso de los gemelos, la situación varía.

Los embarazos múltiples siempre han generado curiosidad, tanto en el aspecto científico como conductual, por lo que no es de extrañar que sea un tema estudiado.  

En una investigación titulada “Una cosa o dos sobre gemelos”, realizado por  Petter Miller y transmitido por National Geographic Society, recalca que para diferenciar a los gemelos, primero hay que hacerlo desde su formación. Miller recalca las diferencias entre los gemelos monocigóticos, quienes proceden de un mismo óvulo fecundado y, por tanto, tienen el mismo ADN, de los gemelos; mientras que los dicigóticos, se desarrollan en óvulos distintos y comparten la mitad de su código genético. 

Pero… ¿es esto suficiente para que tengan una “conexión especial”? ¿Qué sean capaces de saber qué piensa el otro? ¿Qué se entiendan mejor con su gemelo que con otros hermanos? O ¿también influye la formación del hogar?

Según la psicóloga Clarissa Guerrero, al parecer la educación influye, ya que considera que los padres que tienen gemelos deben darles la oportunidad a sus hijos de encontrar su individualidad.

“Para los padres, tener gemelos representa un reto mayor. No solo porque todas las tareas de la crianza y cuidados se multiplican, sino porque tienen dos criaturas viviendo un mismo ciclo a la par”, dice Guerrero, quien explica que cuando los chicos son pequeños y tiene hermanos más grandes, estos grandes aunque expresen celos, pueden comprender que su hermano pequeño es más indefenso y requiere de mayores cuidados. Sin embargo, con los gemelos esto no ocurre, sobre todo en los estadios de la infancia más temprana, cada uno “lucha” por tener la mayor atención posible, y esto crea celos intensos entre ellos que, generalmente, derivan en encuentros físicos o de agresión. 

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La individualidad es algo que las personas luchan por alcanzar desde la infancia. Esto, por lo regular, comienza en el seno familiar cuando los hijos, en el proceso de descubrimiento y desarrollo buscan la manera de cambiar la ropa con la que sus padres los visten, rechazan la comida que les proveen, e incluso, la preferencia de unos juegos por otros. Por ejemplo, que al padre le guste el béisbol y el niño prefiera juegos de mesa.

Sin embargo, cuando vienes al mundo con otro ser que se parece tanto a ti, como si te estuvieras viendo constantemente en un espejo, como es el caso de los gemelos, la situación varía.

 Los embarazos múltiples siempre han generado curiosidad, tanto en el aspecto científico como conductual, por lo que no es de extrañar que sea un tema estudiado. 

En una investigación titulada “Una cosa o dos sobre gemelos”, realizado por  Petter Miller y transmitido por National Geographic Society, recalca que para diferenciar a los gemelos, primero hay que hacerlo desde su formación. Miller recalca las diferencias entre los gemelos monocigóticos, quienes proceden de un mismo óvulo fecundado y, por tanto, tienen el mismo ADN, de los gemelos; mientras que los dicigóticos, se desarrollan en óvulos distintos y comparten la mitad de su código genético.

Pero… ¿es esto suficiente para que tengan una “conexión especial”? ¿Qué sean capaces de saber qué piensa el otro? ¿Qué se entiendan mejor con su gemelo que con otros hermanos? O ¿también influye la formación del hogar?

Según la psicóloga Clarissa Guerrero, al parecer la educación influye, ya que considera que los padres que tienen gemelos deben darles la oportunidad a sus hijos de encontrar su individualidad.

“Para los padres, tener gemelos representa un reto mayor. No solo porque todas las tareas de la crianza y cuidados se multiplican, sino porque tienen dos criaturas viviendo un mismo ciclo a la par”, dice Guerrero, quien explica que cuando los chicos son pequeños y tiene hermanos más grandes, estos grandes aunque expresen celos, pueden comprender que su hermano pequeño es más indefenso y requiere de mayores cuidados. Sin embargo, con los gemelos esto no ocurre, sobre todo en los estadios de la infancia más temprana, cada uno “lucha” por tener la mayor atención posible, y esto crea celos intensos entre ellos que, generalmente, derivan en encuentros físicos o de agresión.

Sin embargo, si se maneja de manera adecuada por los padres, promoviendo la verbalización de emociones y tratando a ambos con equilibrio, una vez pasada la edad de 3 o 4 años de edad, la relación de los gemelos pasa a ser de gran complicidad y unión entre ellos.

“Se ha demostrado que los gemelos aprenden con mayor rapidez a esperar turnos y a compartir, ya que esto forma parte natural de su día a día; así como también poseen una mejor capacidad de adaptación a los cambios de su medio ambiente. Esto ocurre de una manera más natural en gemelos que en los mellizos”, comenta la psicóloga.

Un ejemplo de esto, es el estudio realizado por la Universidad de California con grupos de niños gemelos y mellizos, en el que debían realizar rompecabezas entre ellos, y se demostró que los gemelos se comunican y trabajaban mejor en equipo que los mellizos, quienes se repartían las piezas y eran más individualistas en el trabajo.

Para fomentar la individualidad entre gemelos, Guerrero recomienda que desde pequeños se les permita tener sus propios espacios y a tener límites.

“Que cada uno pueda contar con sus cosas propias. Generalmente, los hermanos comparten algunas cosas, lo cuales es sano. Sin embargo, entre gemelos se entiende que lo pueden compartir todo y es importante que cada uno pueda contar con sus cosas, lo cual les ayudará a formar sentido de pertenencia e identidad propia”, comenta Guerrero, quien asegura que ser gemelos no implica que tengan personalidades parecidas, ya que cada uno es un individuo aparte en sí mismo y, en ocasiones, el mismo hecho de buscar la diferenciación les lleva a características de personalidad diferentes.

Ellos comparten sus experiencias

Heily y Taiana Filpo
Ambas estudiaron Comunicación Social y sienten una gran pasión por la moda, algo que han podido compaginar en su proyecto televisivo “Love and Secrets by Filpo”.

Se podría decir de Taiana y Heily, quien le gusta que le digan “Pily”, que son el prototipo de gemelas que la gente suele visualizar, ya que a pesar de que son madres siguen compartiendo su forma de vestir y hablar. En un principio, puede ser que no logres distinguir quién es quién, pero poco a poco vas identificando sus personalidades. Esto, a pesar de que cuando una comienza una idea la otra la termina.

Al preguntarles sobre qué se siente tener una gemela, Heily asegura estar “conectada” emocionalmente con su hermana, más allá de su parecido físico. “En nuestro caso, ser gemelas es tener una conexión especial, una química casi perfecta. Y aunque físicamente nos veamos iguales, somos completamente distintas y nos complementamos una a la otra. Ser gemelas, para mí es ¡maravilloso!”, agrega Taiana, quien asegura que tener una gemela tiene más pros que contras.

“Por citar sólo algunos, diríamos: que tener una persona contemporánea junto a ti, quien crece contigo y te entiende como si fuese él/ella misma; en nuestro caso hemos sido inseparables, los mismos colegios, cursos, universidad, hasta carrera, lo que definitivamente ha servido en su momento hasta para salvarnos de situaciones de asistencia (risas); tienes una amiga a tu lado todo el tiempo y un pro indudablemente, es poder compartir la ropa”, comenta Taiana.

Consideran su relación tan especial que creen que no cambiarían nada una de la otra, pues son esos aspectos que las unen. También aseguran que en un principio, en especial Heily, no creían que tenían una “conexión especial”, hasta que comenzó a sentir las angustias, algunos dolores o un “susto” cuando pensaba en su hermana, como un aviso de que a Taiana le pasaba algo.

Entre las anécdotas compartidas, Heily narra que en una ocasión tenía fiebre y gripe, pero tenía que asistir a un encuentro familiar con su novio y pidió a Taiana que fuera por ella. Sorprendentemente, nadie se dio cuenta, ni el novio. Mientras que Taina recuerda cuando Heily tomaba clases en la universidad cuando ella no podía asistir por responsabilidades laborales.

Luther y Jefferson Scott
Ellos dicen que son diferentes, pero ambos se dedican al mundo del fitness,
pues son entrenadores y administran una cadena de gimnasio Biofit, en
Santiago.

Para estos hermanos santiagueros, la experiencia de ser gemelos no tiene nada de especial. Sin embargo aseguran que es divertido.

“Se siente bien, pero no es nada del otro mundo. Es divertido y creo que es aún mejor cuando se pueden explotar las similitudes entre dos personas”, comenta Jefferson, quien es el más conversador de los dos.

Mientras Luther, quien está casado y en espera de su primer hijo, considera que su relación con Jefferson es más especial porque comparte un mismo oficio.
“Tengo que admitir que considero que el ser gemelos nos ha beneficiado en nuestro trabajo. Nos llaman más. Pero es un poco molesto que la gente quieren estar buscando diferencias”, comenta Luther, quien dice que le irrita el que se queden mirándolos tratando de buscar las diferencias y que hagan chistes de gemelos o mellizos.

Jefferson también admite que le han sacada ventaja al ser gemelos, pues han se han dado apoyo uno al otro.

“Alcanzar muchos sueños y metas juntos forman parte de mis recuerdo, tanto en el ámbito artístico, profesional, como deportivo. Para resaltar una, diría que una vez jugando baloncesto a nivel superior, el público conmocionado gritaba nuestros nombres porque querían vernos jugar y gritaban: “¡Los Mellos!”, “¡Los Mellos!!”, “¡Los Mellos!”… Y lo curioso es que ambos habíamos soñado con exactamente eso en varias ocasiones, fue increíble. Fue muy especial”, comenta Jefferson.

Al hablar de sus diferencias y cosas que le gustarían cambiar uno del otro, Jefferson le gustaría que su hermano fuera menos desorganizado. Mientras que Luther, considera que su hermano es  terco y “roca izquierda”, que eso sería lo único que le gustaría que mejorara.

En cuanto a su relación con sus otros hermanos (son 5), tanto Jefferson como Luther dicen que pueden existir diferencias entre ellos como en todos los hermanos, pero que el cariño es el mismo. “Tenemos diferencias, pero no preferencias. Nosotros somos más unidos porque hacemos muchas cosas en común. A pesar de esto, somos independientes uno del otro.

Ana Angélica y Liz Angelis Núñez
Ellas tienen 11 años de edad y están en sexto grado. Sus miradas “rebosan” complicidad, travesura e inocencia mientras se señalan entre sí al cuestionarla sobre cuál es la más traviesa.

Estas hermosas gemelas aún son muy jóvenes, pero eso no les impide disfrutar desde ya los beneficios de tener una gemela. Posiblemente, tampoco tengan muy claro el asunto de tener “una conexión especial”, pero sí están conscientes de la importante de tener una hermana. Esto queda evidenciado cuando Ana Angélica dice que no cree pueda percibir en algunas cosas de su hermana, pero que no puede ver a su hermana llorar, pues a ella también le dan ganas de llorar. “Me siento bien tener una gemela, pero cuando la gente nos ve y nos grita: “¡Son gemelas!”, eso me molesta, comenta Ana Angélica. Mientras que para Liz Angelis, también es divertido parecerse a su hermana idéntica a ella y considera que la mejor experiencia que ha compartido junto a su hermana es jugar voleibol. Y de travesuras hablamos, a Ana Angélica les encanta, ya que dice que comer helados y ensuciarle la cara a su hermana mientras lo hacen es algo que le encanta (risas). Y al parecer las muchachadas más comunes entre gemelos es cambiarse de aulas en los centros de estudios, ya que Liz Angelis y Ana Angélica admiten que hacen esto con frecuencia y nadie se da cuenta.

Para Angely Santana, además de sentir orgullo de ser la madre de este hermoso par, también le es un poco difícil imponer un castigo, ya que además de ser amigas y hermanas, son cómplices. Determinar quién fue que hizo algo es una travesía. Esto queda evidenciado al preguntarles : ¿Qué cambiarías de tu hermana? Y la respuesta de ambas fue: “que ella siempre me echa la culpa a mí de lo que hace”. “Ellas no pueden estar separadas y se quieren mucho. Tener gemelas es una bendición”, comentó su madre, mientras las niñas posaban para la cámara.

Tienen más hermanos, pero aseguran que se tienen más confianza entre ellas. “Quiero a mis otros hermanos, pero el trato que les doy no es igual que el que le doy a mi hermana”, comenta Liz Angelis, quien asegura que tener gustos y pensamientos similares a su hermana hacen que le tenga un cariño especial.

Se podría decir de Taiana y Heily, quien le gusta que le digan “Pily”, que son el prototipo de gemelas que la gente suele visualizar, ya que a pesar de que son madres siguen compartiendo su forma de vestir y hablar. En un principio, puede ser que no logres distinguir quién es quién, pero poco a poco vas identificando sus personalidades. Esto, a pesar de que cuando una comienza una idea la otra la termina.
Al preguntarles sobre qué se siente tener una gemela, Heily asegura estar “conectada” emocionalmente con su hermana, más allá de su parecido físico. “En nuestro caso, ser gemelas es tener una conexión especial, una química casi perfecta. Y aunque físicamente nos veamos iguales, somos completamente distintas y nos complementamos una a la otra. Ser gemelas, para mí es ¡maravilloso!”, agrega Taiana, quien asegura que tener una gemela tiene más pros que contras.
“Por citar sólo algunos, diríamos: que tener una persona contemporánea junto a ti, quien crece contigo y te entiende como si fuese él/ella misma; en nuestro caso hemos sido inseparables, los mismos colegios, cursos, universidad, hasta carrera, lo que definitivamente ha servido en su momento hasta para salvarnos de situaciones de asistencia (risas); tienes una amiga a tu lado todo el tiempo y un pro indudablemente, es poder compartir la ropa”, comenta Taiana.
Consideran su relación tan especial que creen que no cambiarían nada una de la otra, pues son esos aspectos que las unen. También aseguran que en un principio, en especial Heily, no creían que tenían una “conexión especial”, hasta que comenzó a sentir las angustias, algunos dolores o un “susto” cuando pensaba en su hermana, como un aviso de que a Taiana le pasaba algo.
Entre las anécdotas compartidas, Heily narra que en una ocasión tenía fiebre y gripe, pero tenía que asistir a un encuentro familiar con su novio y pidió a Taiana que fuera por ella. Sorprendentemente, nadie se dio cuenta, ni el novio. Mientras que Taina recuerda cuando Heily tomaba clases en la universidad cuando ella no podía asistir por responsabilidades laborales.

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