Una de las épocas del año en la que más se recomienda el uso de las alfombras es en el otoño, por ser una temporada fresca. En esta época las alfombras parecen ser un buen accesorio para dar calidez a los ambientes.
En el concepto de alfombra existen tres grandes grupos: la moquette, que cubre íntegramente la superficie del piso; la alfombra corta o carpeta, que se ubica en determinadas zonas para delimitar espacios y al mismo tiempo es un elemento decorativo. También pueden ser caminos para pasillos y escaleras.
El mercado ofrece una variedad de alfombras con diferentes estilos y texturas, cada una con sus correspondientes beneficios estéticos, prácticos y funcionales.
Las texturas más corrientes se ubican en tres grupos generales: las confeccionadas con lana pura, las hechas con fibras vegetales y las sintéticas.
Actualmente se realizan tejidos que combinan la lana y el material sintético. Las vegetales son las más elegidas. Vienen en sisal, en coco y en yute, y son las más resistentes, accesibles y biodegradables. Son adecuadas para lugares de alto tránsito, por su durabilidad.
Dentro del mundo de la decoración las alfombras se presentan en colores intensos, diseños divertidos y en tonos neutros, ideales para crear distintos ambientes. Por ejemplo, en un espacio minimalista podemos apostar por colores intensos, mientras que si queremos un ambiente romántico una alfombra en tonos tierra será lo más apropiado.
Hay que tener en cuenta que el color de las alfombras influye bastante en la percepción que tengamos del espacio, pues los tonos oscuros disminuyen el ambiente y los tonos claros los agrandan. Cuando los pisos son neutros o lisos, como el porcelanato o la madera con poca veta, le combinan las alfombras de estilo oriental, mientras que en pisos muy trabajados, como la cerámica estampada y los ladrillos, es recomendable que la alfombra sea lisa.
Para elegir el estilo de la alfombra se debe tener en cuenta los colores y patrones que ya están siendo utilizados en la los espacios en donde se piensa colocar. Si los colores son fuertes con patrones vívidos se debe elegir una alfombra de un solo color. Por el contrario, si las paredes y las telas de la habitación son de tonos más sutiles, se puede seleccionar una alfombra que sea un interesante punto focal.
Dónde ubicarlas
Con las alfombras se puede aumentar la calidez del hogar, pues ellas demarcan un ambiente y se encargan de darle color y confort. Por medio de una alfombra le podemos agregar a la casa un toque de personalidad y distinción, pero es importante saber que existen algunas reglas básicas en cuanto a la elección y colocación de las mismas. De igual manera que con las cortinas, hay que saber cuál es la función que cumplirá. Puede ser para delimitar un ambiente, como por ejemplo separar el living de la zona del comedor. Dependiendo de la función será el tamaño seleccionado para la misma. Las alfombras son generadoras de espacios. Si ubicas dos alfombras del mismo tamaño en un determinado espacio, lucirá como dividido en dos.
Como las alfombras tienen la virtud de crear un ambiente acogedor y confortable, en las zonas de ocio son perfectas. Podemos ponerlas en la zona de los sofás combinando todos los tonos de los textiles, para crear conjuntos armoniosos.
En el dormitorio, tradicionalmente se ubicaban dos alfombras de pequeño tamaño a los lados de la cama. Aunque esta tendencia sigue teniendo demanda, cada vez se apuesta más por alfombras de mayor tamaño a los pies de la cama.
Si queremos poner un pequeño rincón de lectura en la habitación, además de la butaca y la lámpara de pie, la alfombra nos va a hacer sentir mucho más a gusto. Se recomienda elegirlas redondas, para delimitar mejor nuestro rincón.
En las habitaciones infantiles todo está permitido, ya que estas son estancias donde podemos perder el miedo y apostar por alfombras con tonos intensos y llenos de vida.
Dato
Las alfombras no sólo ofrecen una superficie suave y confortable, sino que también suavizan el suelo visualmente. Sus colores y su textura contribuyen a crear un ambiente acogedor.
