Fibrilación auricular, arritmia cardíaca más común

La fibrilación auricular (FA)es un trastorno en el que las aurículas del corazón (dos de las cuatro cavidades cardíacas) no se contraen con normalidad. La señal eléctrica que llega a las aurículas es irregular, y en lugar de producir una contracci

La fibrilación auricular (FA)es un trastorno en el que las aurículas del corazón (dos de las cuatro cavidades cardíacas) no se contraen con normalidad. La señal eléctrica que llega a las aurículas es irregular, y en lugar de producir una contracción ordenada produce una contracción desordenada. Clásicamente, y de manera bastante ilustrativa, se ha descrito que cuando hay una fibrilación auricular las aurículas se contraen de forma parecida a como lo haría un “saco de gusanos”.

De acuerdo con Frank Valdez, Jefe del  Departamento de Electrofisiología del Instituto Dominicano de Cardiología,  por lo general, la principal consecuencia de las arritmias es la aceleración del ritmo cardíaco, además de perderse la sincronía de la contracción, apareciendo un pulso irregular. “Aunque en general no se trata de una arritmia considerada de gravedad, si la frecuencia cardíaca se acelera demasiado o la arritmia aparece en un paciente con cardiopatía previa (insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica, hipertensión no controlada, por ejemplo), puede producir consecuencias bastantes peligrosas para el paciente”, dice el experto.

Comenta que el segundo problema  que pueden desencadenar las arritmias cardíacas es que se formen trombos dentro del corazón. Esto hace que la sangre se quede remansada en el corazón y que pueda coagularse y dar lugar a trombos. Estos trombos pueden salir del corazón y obstruir una arteria en cualquier parte del cuerpo, los que con frecuencia llegan al cerebro.

La fibrilación auricular no es una arritmia que amenace la vida a corto plazo, pero es una arritmia destructiva y progresiva que puede causar graves consecuencias a mediano y largo plazo en la calidad de vida de los pacientes, puesto que puede producir falla cardíaca y trombosis cerebral.

Como la mayoría de las enfermedades del corazón, los síntomas de las arritmias pueden variar de una persona a otra y en función del tipo de arritmia.
Es posible que en algunos casos las arritmias también puedan presentarse sin síntomas, como palpitaciones, una sensación de latido extraño, aturdimiento, cansancio, sensación de falta de aire y dolor de pecho, sensación de ahogo o debilidad, especialmente con el ejercicio o la actividad física; sudoración, mareos, e inclusive desmayo. Solo 10% de los pacientes que sufren fibrilación auricular no experimentan síntomas.

Esta enfermedad es más frecuente a partir de los 55 años y su riesgo aumenta proporcionalmente con la edad. Ademas de la edad,  esta afección puede desencadenarse como consecuencia de una cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, enfermedad reumática, cardiopatía hipertensiva,  diabetes mellitus,  obesidad,  sedentarismo, tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol,  entre otras. El tratamiento idóneo de la fibrilación auricular depende de muchos factores, como por ejemplo la severidad de la sintomatología, la duración de la fibrilación auricular, la edad, características y enfermedades concomitantes del paciente, por lo que no existe una pauta única. Cada persona precisa una combinación de fármacos distinta. De hecho, en las primeras etapas del tratamiento es normal modificarlo, hasta encontrar la mejor opción. Además, cuando las crisis no son  frecuentes o los síntomas son muy leves, no siempre se recetan fármacos. En otros casos, sólo se toman cuando tiene lugar una crisis de fibrilación auricular.

Es importante que antes de presentarse cualquiera de los síntomas antes mencionados el paciente acuda de inmediato al especialista para descartar que se trate de un problema mayor y que traiga consecuencias fatales.

La mejor manera de cuidar tu corazón

La mayor parte de las afecciones cardiovasculares tienen relación directa con el estilo de vida sedentario y con el estrés, lo que somete al corazón a situaciones de ansiedad, que a largo plazo pueden derivar en enfermedades coronarias. Por ello, es importante adoptar hábitos saludables que eviten las complicaciones futuras: Para mantener un corazón sano es necesario llevar una alimentación balanceada, baja en grasas y rica en verduras, vegetales, frutas y cereales. También es importante disminuir el consumo de las carnes rojas y de la sal, e incluir alimentos que contengan Omega 3, que se encuentra en los pescados azules tales como el atún, trucha, sardinas, anchoas y salmón. Diversos estudios han demostrado que mantener el cuerpo bien hidratado diluye la sangre y, por ende, disminuye el riesgo de padecer enfermedades coronarias. Es por ello que se recomienda beber diariamente entre cinco y ocho vasos de agua. El ejercicio bien realizado reduce la presión arterial, ayuda a controlar el colesterol, aporta energía, contribuye a reducir el estrés y disminuye el riesgo de padecer una cardiopatía coronaria. Deja de fumar: Fumar un solo cigarrillo al día puede triplicar tu riesgo de morir a causa de una cardiopatía coronaria, ya que obstaculiza las funciones de tu corazón y pulmones. Dejar de fumar al instante es una de las mejores decisiones que puedes tomar para el beneficio de tu corazón y salud en general.

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