Una reacción prevista

No puede verse como una sorpresa, pero tampoco debe interpretarse como una copia de mala calidad.

No puede verse como una sorpresa, pero tampoco debe interpretarse como una copia de mala calidad. Lo cierto es que los lamentos que giran en torno al Presupuesto Nacional del 2015, provenientes de diferentes instancias gubernamentales, son una especie de quejas anunciadas.

En el comentario editorial del pasado lunes, elCaribe había adelantado que por la composición de la propuesta de presupuesto y por los derechos que diversas leyes les asignan a distintas instituciones del Estado, muchas aspiraciones quedarían insatisfechas.

No ha pasado una semana del envío al Congreso Nacional del proyecto de Presupuesto y ya los lamentos, quejas y sugerencias sobre asignaciones rebasan la capacidad y posibilidad.

Poder Judicial, Universidad Autónoma de Santo Domingo, Junta Central Electoral (JCE), entre otras entidades o actividades que tienen asignaciones presupuestales fijadas por ley, están a la cabeza de las reclamaciones. Todas esas instancias tienen presupuestos con montos o porcentajes establecidos, en base a participación predeterminada de los ingresos corrientes esperados, o del PIB.

En total hay 22 leyes y disposiciones que asignan porcentajes fijos del presupuesto a diferentes funciones. Esas cargas fijas, que hacen del presupuesto un instrumento de poca flexibilidad, comprometen aproximadamente el 66% de los ingresos. Es como si se empezara una empresa con las dos terceras partes de los recursos previamente comprometidos. Pero eso no es todo. Ahora ha emergido un factor más absorbente: el servicio de la deuda pública, que aunque no está consignado en ninguna ley especial, su compromiso es tan fuerte o más, en términos operativos y de monto, que el relativo al 4% para la Educación preuniversitaria.

El presupuesto del 2015 destina para la deuda pública el equivalente al 5.5% del PIB. En cifras absolutas son algo más de RD$180,000 millones, o un 41% de los ingresos corrientes. Si de entrada ya el presupuesto está comprometido en más de dos quintas partes en pagar deudas, qué puede esperarse que suceda con los demás compromisos.

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