“Siempre estoy construyendo el futuro a través de la escritura”

Cándido Gerón inicia su carrera de historiador del arte dominicano a partir de 1987, también es poeta, ensayista, investigador y diplomático.

Cándido Gerón inicia su carrera de historiador del arte dominicano a partir de 1987, también es poeta, ensayista, investigador y diplomático. Es poseedor de una rigurosa disciplina en la escritura. Publicó la Enciclopedia de las Artes Plásticas Dominicanas en inglés y español, galardonada con el Premio Nacional de Didáctica, otorgado por la Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos, en 1989. Realizó sus estudios en la escuela primaria Javier Angulo Guridy y en el Liceo Patín Maceo, en la comunidad de Villa Altagracia, ingresando luego a la Universidad Autónoma de Santo Domingo para estudiar Química, la que abandonó meses después para dedicarse al periodismo, profesión que ha ejercido por más de 20 años como corresponsal, columnista y director de la revista Análisis.

Usted publicó la Enciclopedia de las Artes Plásticas Dominicanas. ¿Cómo fue su elaboración?
Esta obra está estructurada en la base de una visión histórica amplísima sobre las milicias en la isla de Santo Domingo, las cuales se iniciaron a partir de 1779 hasta 2013, y tiene de marco de referencia las distintas batallas entre los franceses y españoles, entre haitianos y dominicanos y, lo más importante son los capítulos que tienen que ver con la Inteligencia Militar a partir del siglo XVIII, y en el último gobierno de Ulises Heureaux (Lilís), creador del llamado Código Telegráfico, conocido en su tiempo como “El código de la muerte”, compuesto de 223 páginas, publicado en 1895 por el impresor J. R. Roques. Fue elaborado por el presidente Heureaux en colaboración con el periodista puertorriqueño Enrique Veles y del gobernador de la capital Loló Pichardo. Dicho código define todos los puntos importantes de su gobierno, en preguntas y respuestas, indicados con ingeniosas palabras claves. También eran indicados los nombres de personas políticas y localidades importantes. Como diccionario político y militar este código fue de gran interés.

¿Cómo usted ve el futuro del arte en RD?
Debo señalar que es promisorio, por la calidad de un sinnúmero de artistas que han alcanzado la categoría de maestros, y cuyas obras han traspasado las fronteras nacionales, como es el caso de Jaime Colson, Darío Suro, Iván Tovar, Fernando Peña Defilló, Guillo Pérez, Cándido Bidó, Ramón Oviedo, José Rincón Mora, Vicente Pimentel, entre otros. Lo mucho o poco que sé sobre el arte lo asimilé visitando los museos más importantes del mundo y leyendo las obras capitales de los artistas universales.

¿Considera usted que existe alguna relación entre ser artista, escritor e historiador?
Afirmativamente, ya que en un pintor se pueden dar estas facetas. Pongo por ejemplo el caso del maestro Darío Suro, de Fernando Peña Defilló y Fernando Ureña Rib, entre otros. Aunque he pintado varios cuadros abstractos, no me considero un artista plástico, oficio que me hubiese gustado ejercer porque todo artista entraña una condición humana de forma demasiado ostensible. El artista del pincel siempre está en una búsqueda constante para descubrir los misterios del arte, los cuales, son inalcanzables. Se propone siempre penetrar hasta los cimientos del alma humana para sentir sus visiones más entusiastas aun cuando entiende que también el sujeto está invadido de una melancolía enfermiza.

¿Cuáles trabajos está realizando actualmente?
Estoy embarcado en un proyecto que llevó más de dos años de investigación sobre la corrupción en la República Dominicana (1844-2014), con el subtítulo: Un cáncer global. Esta obra constituye una radiografía del latrocinio en torno al erario público. El libro recoge también documentos valiosos para que el lector pueda evaluar la magnitud de las irregularidades y actos dolosos que han manchado el devenir de la vida pública en el país. La verdad es que la corrupción será siempre un tema actual, pues el problema reside, a mi juicio, en la naturaleza humana. La debilidad del hombre es patente en eso de ceder a las tentaciones. Entiendo que cuanto podemos aspirar es al fortalecimiento de las instituciones democráticas y los controles de los poderes públicos para que, cumpliendo cada uno su rol, puedan frenarse los instintos dolosos. Creo que los infortunios y los sufrimientos que afligen a las masas desposeídas tienen mucho que ver con la corrupción que ejercen funcionarios y empresarios a lo largo de la historia dominicana. También hay que decir que la impunidad es uno de los elementos que contribuyen a que los corruptos no sean sancionados por los delitos cometidos y esto produce una gran frustración en aquellos que aspiran y luchan por una sociedad equitativa.

¿Qué otros proyectos tiene en carpeta?
Siempre estoy construyendo el futuro a través de la escritura. El futuro es una apuesta de un fervor visionario y cautivante, que coloca al escritor en una perspectiva existencialista de mucha incertidumbre, pero, al mismo tiempo, de una gran susceptibilidad. Así mismo, estoy terminando una biografía pictórica intitulada: “Fernando Peña Defilló y el Mundo Maravilloso de su Arte”, y el texto “Juan José Bellapart Faura: Memorias de un Inmigrante Español”. l

Sociedad
La verdad es que la corrupción será siempre un tema actual, pues el problema reside, a mi juicio, en la naturaleza humana”.

Experiencia
En París frecuenté los talleres del dominicano Vicente Pimentel y de Francoise Cohén, conservadora del Museo de Bellas Artes de Have.”

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