Seis historias, tipo cuentos, cuyo denominador común son tramas donde los personajes se mueven por el desquite como respuestas a hechos que les han hartado considerablemente o han damnificado sus vidas en lo emocional o en sus relaciones sociales. Cada historia lleva la narrativa del cortometraje sin que haya ninguna otra correlación dramática aunque sean montadas con iguales narrativas. Las réplicas de los afectados, que son los protagonistas de sus respectivas tramas, pues son en tono bárbaro, primitivo, de ahí el mote de “salvajes”. Cada historia pinta una realidad brutal y súbita donde los personajes transitan sobre líneas tenues, delgadas como pelo de ángel, que separa civilización y la racionalidad de la brutalidad o irracionalidad y el absurdo de instintos primitivos. La producción es lo más axiomático de todo en el conjunto, quizás debido a que uno de los productores ejecutivos en Pedro Almodóvar.
Los guiones, al tratarse de varias historias independientes entre sí, son previsibles desde que presenta la primera de las seis historias, es decir, para quien está acostumbrado a ese estilo narrativo del cortometraje. Pero lo que es realmente valioso es la dirección que es elegante, refinada. Las historias se muestran con una entonación de donde realidad y ficción juegan en nuestro cerebro. Las reacciones, sentimos, esas actitudes de los personajes para responder a lo que les afecta es lo que cotidianamente alguien pudiera pensar en hacer, pero no pensar más allá como algo que le pasa a uno por cabeza y ya, sin más pretensión que eso. En ese sentido, cada historia puede ser la preferida de alguien porque responde a una cierta realidad que le toca o cuyo parecido se acerca mucho a ciertos acontecimientos propios. En esa tesitura es lo que se pudiera llevar a los espectadores sobre lo que es salvaje, sobre lo que es una respuesta irracional o bestial con respecto a la convivencia. La cuestión se dirige a buscar respuestas sobre lo que puede hacer a cualquiera perder la cordura y el sentido común dibujando una cierta frontera entre lo racional y el instinto primario. Es, por tanto, una recreación en modo satírico sobre la pérdida del control emocional. Las historias, seis en total, no se presentan con títulos independientes.
HHH Dirección Guión: Damián Szifrón. Género: Drama, comedia y suspense. Duración: 122
minutos
