Artesanía de barro es una gran industria en Bonao

Bonao.- Temprano en la mañana en el Taller Hermanos Acosta, en la carretera hacia Juan Adrián, en Piedra Blanca, hay mucha actividad.

Bonao.- Temprano en la mañana en el Taller Hermanos Acosta, en la carretera hacia Juan Adrián, en Piedra Blanca, hay mucha actividad. En cada espacio de este local se observa barro, unas veces en crudo, por momentos a media mitad de un proceso y otras veces en una pieza y obra de arte terminada.

La industria del barro y el ladrillo ha tomado fuerza en los alrededores de la autopista Duarte (con mucho énfasis en la parte afuera de la provincia Monseñor Nouel) y eso está a la vista de quienes viajan desde Santo Domingo al Cibao por la autopista Duarte o del Cibao a la capital. El taller Hermanos Acosta, que lideran Tony y Richard Acosta, forma parte de un grupo de 15 a 18 de esas “industrias” que bordean la transitada vía terrestre interregional.

Los Acosta tienen la particularidad de que hacen con arcilla o barro todo lo que la gente pueda imaginarse y que pueda plasmarse visualmente, no importa lo que sea, desde ladrillo hasta vasijas, esculturas y murales.

Los otros negocios que existen en la autopista Duarte también tienen sus propios talleres, pero se concentran más en tarros, ollas, maceteros, tinajas, tiestos y anafes. Lo de Tony es otra línea y enfocado mucho más en la decoración. La materia principal de casi todos los talleres es la misma: el barro.

¿De dónde sale la materia prima?

En la carretera Juan Adrián hay una mina de barro blanco que suple al Taller Hermanos Acosta. Mientras, en Jayaco, Bonao, está la fuente para los artesanos que están más hacia el Cibao. De esa zona se extrae básicamente barro rojo de una mina. Pero no todo es barro. En empresas como la de Rubén Payano, propietario de Tarros Dominicanos, también elaboran piezas usando piedra y cemento como base. “Aquí lo que más hay son tarros, de todos los tipos”, dice Nil Pérez, trabajador de uno de los talleres ubicados a mano derecha en Bonao, si usted viaja del Cibao a la capital y a mano izquierda si va en el otro sentido.
Pero justo al lado de donde se encuentra Nil Pérez laborando hay otro negocio que emplea moldes para levantar obras de perrilla y cemento. En este caso, el barro no es su fuerte.

A pesar de que hay muchos artesanos en Monseñor Nouel, no ha habido forma de que se agrupen formalmente, es decir, que cada uno anda por su lado en cuanto a esa parte. Pero están así no porque falte intento de asociarse, sino porque cada quien anda detrás de lo suyo dice Richard Acosta.

“Lo hemos intentado varias veces, incluso, nos hemos reunido sin llegar a nada, y siempre he soñado con eso. Se han sostenido reuniones pero ha habido diferencias en la forma de ver el negocio”, lamenta Richard.

El interés de que pueda formarse un clúster, una cooperativa u otro tipo de organización es porque sabe que así las cosas funcionarían mejor. “Podríamos conseguir un préstamo importante, conseguir mejores precios en las compras que hacemos y ser más rentable”, calcula.

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