La osteoporosis, el mal silencioso que ataca a los huesos

La osteoporosis es una enfermedad de los huesos provocada por la disminución de su tejido, tanto de las proteínas que conforman su estructura como de las sales minerales de calcio que contiene. Es, en definitiva, la pérdida de masa ósea y destrucción

La osteoporosis es una enfermedad de los huesos provocada por la disminución de su tejido, tanto de las proteínas que conforman su estructura como de las sales minerales de calcio que contiene. Es, en definitiva, la pérdida de masa ósea y destrucción del tejido de los huesos.

Ciertos factores pueden desencadenarla, tales como envejecimiento, menopausia, dieta baja en calcio, sedentarismo, antecedentes familiares y  algunos  medicamentos, entre otros. La deficiencia de estrógenos durante el proceso de la menopausia puede hacer perder hasta el 20 % de la masa ósea en la mujer.

“La osteoporosis constituye la única enfermedad pediátrica que se presenta en la adultez, porque es en la niñez que se forma el hueso y este proceso perdura hasta los 25 años, razón por la cual hay que aprovechar esa etapa de formación, porque a partir de ahí lo estamos reemplazando”, explica la doctora Catherine Scheraldi, especializada en medicina interna y endocrinología.

Al bajar su densidad, los huesos pierden fortaleza, se tornan frágiles y se fracturan. La osteoporosis constituye el tipo más común de enfermedad ósea, sobre todo en las mujeres, mayormente pasado los 50 años.  Y eso así, porque “unos cinco años antes de la menopausia la mujer comienza a disminuir su densidad ósea”, abunda la galeno experta en diabetes, lípidos y hormonas.

De ahí la importancia-continúa advirtiendo la experta- de medir la densidad ósea durante el proceso de la menopausia, para determinar la pérdida y proceder a tiempo evitando llegar a la osteoporosis.

Reitera que el proceso que envuelve la menopausia provoca el debilitamiento de los huesos,  por lo que recomienda una dieta rica en calcio, tomar sol para mantener altos los niveles de la vitamina D, responsable de fijar el calcio en los huesos. “La vitamina D ayuda a absorber el calcio en los intestinos y fijarlo en los huesos. Media hora de sol diario, sin protector,  proporciona el equivalente de 50 mil unidades de esta vitamina. Otra fuente la constituyen los lácteos, sardinas, salmón, yemas de huevo, entre otros productos de consumo diario”, dice.

El hombre la padece menos, pero debe cuidarse

Los hombres son menos propensos a padecer de osteoporosis, debido a que por naturaleza sus huesos son más densos, no lactan y no presentan menopausia,  pero existen personas cuya con predisposición genética que las lleva a perder densidad ósea, como también existen quienes presentan problemas con el receptor de vitamina D. “Hay individuos que padecen de hipertiroidismo, los asmáticos por tomar esteroides, o quienes ingieren cortisol debido  a algún problema reumatológico, o que padecen del síndrome de Cushing; si tienen un tumor producen mayor cortisol, aquellos cuyos padres presentaban fracturas. Todas esas condiciones hacen que la densidad de los huesos se vea afectada”, apunta.

Dice que los médicos “buscamos estadísticamente cuál es la persona que tiene mayor propensión a perder calcio y, por ende, a disminuir su densidad ósea, para nosotros darle seguimiento y prevenir una osteoporosis”, dice la galeno.

Scheraldi, como medida preventiva, recomienda el ejercicio con pesas por ayudar a aumentar la densidad ósea: “los ejercicios con resistencia aumentan la densidad ósea”.

Es partidaria de ingerir el calcio a través de la dieta diaria y no por medio a suplementos. “Existe, desde hace poco, una teoría que sostiene que cuando uno toma una pastilla la concentración de calcio en una sola dosis es tan alta que cuando llega a la sangre el cuerpo lo ubica en la arteria. Si se suministra en la dieta llega en proporciones, y no hay esa sobre- capacidad de calcio”, explica.

De todos es sabido que personas con arterias calcificadas son más propensas a los infartos en la vejez.

La experta sugiere incluir en la dieta diaria lácteos bajos en grasa, leche de almendra o leche de arroz, ajonjolí, higos y la leche sin lactosa, para quienes tienen intolerancia.

Hay que empezar a cuidarse a tiempo

La experta en diabetes considera a la niñez la zapata para construir unos huesos densos en la adultez. Sugiere a las madres poner atención en sus hijos en esta etapa  y asegurarse de la ingesta de calcio. Favorece mucho que “jueguen en espacios abiertos para hacer contacto con el sol, formándose huesos fuertes, que serán su soporte en la adultez”.  De pequeñines deben consumir unas cinco raciones de lácteos, para un total de 1500mg diariamente.

Luego, reducirlos a 1200 mg, equivalente a unas cuatro raciones, hasta los 25 años que es cuando concluye el proceso de formación. Scheraldi asegura que se ha comprobado que la gente que vive en área de mucho sol no tiene considerable falta  de vitamina D y su densidad ósea es alta. En otro orden, asegura que con los nuevos tratamientos que existen en el mercado la osteoporosis sí se puede revertir, a menos que el cuadro no esté demasiado avanzado. Recuerda que  esta enfermedad  no duele y que su único síntoma es la fractura “por lo que hay que estar vigilantes. “Solo al fracturarse puede doler.

Esas roturas pueden ocasionarse sin caída, o por una caída tonta”, dice.

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