República Dominicana es el único país de América Latina y del mundo que en los últimos 15 años ha mostrado pocos avances en el trabajo para reducir las pérdidas en la distribución de energía, aseguró ayer la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE).
El presidente de esa organización, Marcos Cochón, dijo que para el año 1999 las pérdidas por el citado concepto rondaban el 42% y actualmente el 33%. Y eso, agregó, que los cobros, como porcentaje del ingreso corriente requerido para operar, habían caído del 44.3%, que eran para el año 1998, a un 36% para el cierre de 2012. En una exposición en el Almuerzo Mensual de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMDR), versión República Dominicana, Cochón calculó que el total de los subsidios otorgados por el Gobierno central para cubrir las pérdidas operativas de las compañías distribuidoras de electricidad y para subsidiar la tarifa a todos los consumidores han aumentado del 18% al 32% en el período en cuestión. El presidente de la ADIE no se zafó de los números cuando participó como orador invitado del evento de AMCHAMDR. Rememoró que en 1998 la antigua Corporación Dominicana de Electricidad (actual CDEEE) debía más de 600 millones de pesos a los bancos nacionales y extranjeros, 100 millones a suplidores y otros 40 millones al Banco de Reservas. Pero según Cochón, actualmente se mantienen montos superiores, con la diferencia de que los principales acreedores son las empresas generadoras de electricidad. “La deuda con los generadores batió récord en septiembre, al superar los US$900 millones”, apuntó el directivo de ADIE, en un escenario donde se vieron pocas autoridades del sector eléctrico público.
Puntos que deben respetarse
La ADIE sigue apostando a las alianzas público-privadas porque es una fórmula que ha aportado soluciones y puede seguir aportando, dice Marcos Cochón. Pero ayer aprovechó para citar una lista, definida por él como “de los diez mandamientos”, que debería respetarse para que la fórmula pueda garantizarse la participación y sostenibilidad del sector privado. Entre esos “mandamientos” incluyó: dar al sector privado los incentivos necesarios para su participación; no mezclar los objetivos sociales con los comerciales y repartir con justicia los costos y beneficios. También incluyó obtener el compromiso del gobierno y el consenso político de las fuerzas políticas que den mayoría en el congreso; informar al público del proceso a seguir, de las ventajas y los costos, y desarrollar la participación en un marco jurídico completo y flexible, con reglas de juego claras.
Aunque Cochón dedicó una buena parte de su ponencia al tema de las distribuidoras de electricidad, el contenido de su discurso estuvo relacionado con ideas que la ADIE entiende deben abordarse en las reuniones con fines de firmar un pacto eléctrico, pendiente de iniciarse en el Consejo Económico y Social.
“Asistiremos con la intención de provocar que el pacto se constituya en la plataforma que siente las bases para las acciones que, como país, nos permitan, en un futuro no muy lejano, contar con un sistema eléctrico estable, de calidad, financieramente sostenible y en el que interactúen, de manera organizada y previsible, reguladores independientes y productores y consumidores responsables”, explicó el presidente de la ADIE. Economista de profesión, Marcos Cochón es también gerente general de la Compañía Eléctrica de Puerto Plata (CEPP).
En contraposición al poco avance para reducir las pérdidas por distribución de electricidad alcanzado en 15 años, según la ADIE, en ese tiempo las inversiones en construcción de nuevas plantas, reestructuración de otras, mejoras de gestión e infraestructuras, conversiones y otras labores que han transformado la matriz dominicana para hacerla menos dependiente de los derivados del petróleo han ascendido a 2,500 millones de dólares, transformando la matriz dominicana para hacerla menos dependiente de los derivados del petróleo. “En el año 2000, el 90% de la energía del país se generaba a partir de ellos. Hoy, si bien la capacidad instalada sigue siendo dominada por plantas que funcionan con esos combustibles, muchas de ellas son plantas marginales o de reserva, y no entran en operación de manera continua. Como resultado de las inversiones vía alianzas público-privadas, alrededor del 60% de la energía que se ha venido sirviendo en el país se genera con agua, gas natural, carbón y viento”.
Vidal pide sentar bases para atraer inversiones
El presidente de la AMCHAMDR, Máximo Vidal, antes de presentar a Cochón, el orador invitado y huésped de honor de la actividad, sostuvo lo siguiente: “Entendemos que deben sentarse las bases para acciones que nos permitan atraer inversiones en generación cada vez más barata, eficiente y respetuosa del medio ambiente, mejorar las redes de transmisión, infraestructuras y sistemas de gestión para, a su vez, reducir las pérdidas de distribución y comercialización a mínimos aceptables”. Y añadió que a todo eso hay que sumar el trabajo para concienciar a la sociedad sobre un uso racional de la electricidad. “Todo ello debe llevarnos a una reducción sostenida del subsidio mediante una verdadera focalización hacia los sectores más vulnerables del país en aras de una mayor estabilidad macroeconómica”, expuso Vidal. Aseguró que la electricidad es elemento neurálgico para el funcionamiento competitivo de un país, y planteó que hay otro aspecto que también influye en ello: el transporte de mercancías. “Hechos recientes han vuelto a poner en evidencia la necesidad que existe de que los gobiernos promuevan en ese sector la libre competencia”, dijo.
