Rayos X y cáncer de tiroides

En los últimos años se ha registrado un incremento en los casos relacionados con cáncer de la glándula tiroides.

En los últimos años se ha registrado un incremento en los casos relacionados con cáncer de la glándula tiroides.En su gran mayoría, el cáncer de tiroides en sus inicios suele ser asintomático, por lo que la persona no siente nada.

Este incremento puede guardar relación con la exposición excesiva a
rayos X.

De acuerdo con el doctor Miguel Luna, cirujano general y oncólogo, “el factor de riesgo más importante asociado a esta enfermedad es la exposición a radiaciones ionizantes. En otros casos existen factores de riesgo de índole genético y familiar”, explica.

En este sentido, considera de importancia crear conciencia de lo que significa exponerse a radiaciones, y tratar de reducir la sobre exposición a los rayos X, “lo que contribuiría a disminuir las posibilidades de padecer este y otros tipos de cáncer”.

Dice el reconocido galeno que a lo largo de tres décadas de experiencia como cirujano oncólogo, ha visto descender la incidencia de cáncer gástrico (estómago) de manera sorprendente.

“Al parecer, esto está relacionado al uso de medicamentos anti ulcerosos, a la disminución del tabaquismo y al control de una bacteria que produce enfermedades gástricas, llamada helicobacter pylori”, explica.

Sin embargo, “observo un incremento en los casos relacionados con cáncer de la glándula tiroides, principalmente, cáncer diferenciado (papilar y folicular)”.

¿Qué manifestación presenta el cáncer de tiroides?
Como la gran mayoría de los tumores malignos, en sus inicios es asintomático. La persona que lo padece no siente absolutamente nada, en la mayoría de los casos. En algunos casos puede sentir un bultito en la parte antero-inferior del cuello.

¿Cómo detectarlo si no da síntomas en la mayoría?
Si queremos detectar esta enfermedad temprano es necesario someterse al examen de un especialista, y una sonografia del cuello pondrá en evidencia cualquier nodulación que exista.

¿Cómo se diagnostica?
El diagnostico definitivo se hace analizando una muestra del tejido sospechoso (biopsia) por medio a una punción con aguja fina o con la extracción de la glándula afectada. Si la lesión no se palpa, la muestra se tomará guiada a través de sonografía. Es importante decir que una buena parte de los tumores malignos de tiroides tienen 1cm o menos de tamaño, por ende, pasan desapercibidos y debemos ubicarlos con sonografía.

¿Son todos iguales o existen diferentes tipos de cáncer de tiroides?
Los cánceres de tiroides se clasifican en: diferenciados (papilar, folicular) y no diferenciados (medular, anaplásico). Estos últimos son de mal pronóstico y su tratamiento es más complicado. Los diferenciados, afortunadamente, son los más frecuentes, tienen buen pronóstico y su tratamiento es menos complejo.

¿Hombre o mujer? ¿Cuál presenta mayor frecuencia?
Las mujeres son las más frecuentemente afectadas, las jóvenes tienen mejor pronóstico. En los hombres, las neoplasias diferenciadas tienden a comportarse de forma más agresiva.

¿El tratamiento es quirúrgico?
En la actualidad el tratamiento más utilizado es la extirpación total de la glándula. Remover los linfáticos regionales afectados, más una dosis ablativa de yodo radioactivo. En casos especiales hay que hacer cirugía más extensa en el cuello. Una vez removida la glándula, el paciente tomará diariamente una dosis de levotiroxina para compensar la ausencia de la glándula.

¿Qué efectos secundarios deja el tratamiento?
En general, la gran mayoría de los pacientes que tienen cáncer diferenciado de tiroides pueden ser tratados con el mínimo de efectos secundarios. Llevan una vida normal y no mueren de la enfermedad (con algunas excepciones). Su seguimiento es principalmente con sonografías del cuello y análisis de sangre.

A modo preventivo, ¿podría enumerar algunas circunstancias en las cuales se pueden evitar las radiaciones en el cuello?
Utilizando un collar de plomo puede evitarse recibir radiaciones en el cuello. Recibimos rayos X cada vez que nos hacen radiografías y tomografías de cualquier tipo. Los médicos debemos hacer e indicar los estudios radiográficos que sean absolutamente necesarios, siempre tomando las precauciones para proteger la glándula tiroides, localizada en la parte anterior del cuello, de los rayos X. Por ejemplo, para Rx de tórax, senos paranasales, cráneo, mamografías, etc.

Las radiografías en la silla del dentista siempre deben hacerse protegiendo el tórax, el abdomen y cuello (tiroides), utilizando el clásico delantal de plomo. Para hacer Rx panorámicas de la boca nunca se debe olvidar utilizar el collar de plomo.

¿En qué otra condición?
Estamos viviendo la época de los bracers, para ponerlos y darle seguimiento, es necesario tomar numerosas Rx de la boca (panorámicas), si agregamos que la mayoría de pacientes son jóvenes y adolescentes, las precauciones deben ser máximas. Es importante destacar que las radiaciones ionizantes son mucho más oncogénicas (generadoras de cáncer), mientras más joven es el paciente.

¿Cree que se festina la indicación de los rayos X?
Los médicos debemos empezar a ser más selectivos al indicar Rx de tórax por un catarro común (niños/as), o una tomografía de senos paranasales cuando el cuadro clínico sugiere la enfermedad y el tratamiento es diagnóstico y terapéutico.

Las radiaciones no se ven ni se sienten, sin embargo, son acumulativas y sus efectos son progresivos e irreversibles. En pocas palabras, los Rx recibidos durante la niñez se acumularán y mantendrán su efecto oncogénico por el resto de la vida.

Ojalá podamos reducir la incidencia de carcinoma de tiroides de la misma forma que se ha logrado con el cáncer de estómago.

Dato
Por lo regular, el cáncer de tiroides se diagnostica a edad temprana en comparación con otros cánceres. Dos de cada tres casos se encuentran en personas menores de 55 años. Casi el 2% de los cánceres de tiroides ocurren en niños y adolescentes.

Prevención
El especialista asegura que para detectar cualquier patología es necesario someterse a estudios, y en este caso, una sonografía del cuello pondrá en evidencia cualquier nodulación que exista.

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