Tradiciones cristianas para celebrar la Navidad

Mañana, es un día especial… ¡Por fin, es Navidad! Una fecha esperada por mucha gente en todo el mundo, ya que representa el compartir familiar, la unión, la paz y la felicidad por la Natividad o el Nacimiento del Niño Jesús.En…

Mañana, es un día especial… ¡Por fin, es Navidad! Una fecha esperada por mucha gente en todo el mundo, ya que representa el compartir familiar, la unión, la paz y la felicidad por la Natividad o el Nacimiento del Niño Jesús.

En el aspecto pagano, esta fecha es vista (y vivida) como una gran fiesta en la que abunda la comida, las bebidas alcohólicas y la música “con mambo”, algo que con el paso de los años ha ido mermando las tradiciones católicas del pueblo dominicano.

¿A qué se debe este cambio? Según Omar Arbaje, seminarista, esto se debe a que la familia se ha ido desmembrando, y, por ende, la sociedad.

“Las tradiciones y costumbres que se aprenden en la fe son valores morales y cívicos que enriquecen al individuo que forma parte de la sociedad. Si esto no es fomentado por la familia, núcleo donde se dan los cimientos para “alimentar” el espíritu y en la existencia de un Todopoderoso bondadoso, la probabilidad de que se deje a un lado es muy alta”, considera Arbaje.

Lamentablemente, en los últimos años, la sociedad dominicana ha venido sufriendo una trasformación decadente, en la que el irrespeto a la vida del prójimo no vale y, mucho menos, los valores enraizados en base a la fe cristiana.

A pesar de todo, aún hay quienes se apegan a la fe cristiana católica autentica y reafirmada, por lo que cada año se unen a la festividad desde el primer día del mes de diciembre con los adornos característicos de la época y con la actitud de reflexión a la que es llamada la Navidad.

La forma en la que los católicos celebran la Navidad se caracteriza por los símbolos que forman parte de las ceremonias, como la de “La corona de Adviento”, también conocida como de Navidad, según explica Arbaje.

La corona de Adviento o de Navidad es muy popular en la decoración navideña, y en la mayoría de los hogares es colgada en la puerta principal, y sin velas es cuando se coloca como centro de mesa. Esto, según Arbaje, también es algo que se ha ido perdiendo.

La simbología original es bastante universal y primitiva, relacionada con la muerte y renacimiento del sol en invierno. El círculo, como símbolo del tiempo reflejado en el ciclo de las estaciones; las ramas, significando la persistencia de la vida a través del elemento vegetal y la adoración al Sol como origen y fuente de la vida mediante la luz de las velas.

“Estas misas se celebran cada domingo antes del 24 de diciembre, y en cada misa se enciende una vela (las dos primeras misa una vela morada, la tercera ceremonia rosada, y luego, otra morada) como una preparación de la venida del Señor”, comenta el seminarista, quien dice que el morado simboliza la alegría contenida, y el día que se encienda la vela rosada, se recuerda que es el gozo espiritual está por llegar.

Cada semana es una espera, donde los feligreses asisten al acto litúrgico en busca de recibir el mensaje de esperanza, amor y paz.

El color morado está presente, tanto en las velas como en la vestimenta del sacerdote; y en las flores, se reserva para la Misa del Gallo, por lo que se suele ornamentar la iglesia con follaje verde.

El día esperado

Para el 24 de diciembre, los creyentes acuden a misa, después a la cena. Pero esto es algo que ha ido quedando en el pasado, ya que la Misa del Gallo (que se celebraba a medianoche) la realizan más temprano para que los asistentes no sean víctima de la ola de violencia, comenta Arbaje.

“Es ahí que nuestra sociedad ha cambiado, a tal grado de que la iglesia ha tenido que ajustar sus costumbres”, dice.

En la Misa del Gallo, los creyentes se visten de blanco y dorado, y la iglesia es ornamentada con flores (especialmente de Pascua) para representar la alegría de la llegada de Jesús.

“Es una ceremonia alegre y solemne, la cual da paso a tres semanas de celebración (hasta el Día de los Reyes Magos, que es el día del bautizo, el seis de enero”, agrega Arbaje, quien agrega que durante ocho días seguidos la iglesia celebra la Navidad.

A partir de hoy también es costumbre que se visiten los distintos pesebres que se preparan en las parroquias y que en cada hogar se bendiga el árbol de Navidad.

“Estas son tradiciones, que son bonitas y debemos de hacer el esfuerzo de que no se pierdan entre toda la mercadotecnia con la que estamos siendo “bombardeados”, tanto… que la figura de Santa Claus ha ido opacando la de Jesús”, concluye Arbaje, quien pide no olvidar el verdadero significado de esta fecha.

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