Se calcula que en el cuerpo humano viven unos 100 millones de bacterias buenas, tan solo en el intestino grueso (colon) existen más de 200 especies de bacterias. Estiman que una persona adulta es portadora de 1kg de bacterias intestinales.
La flora de microorganismos que habita nuestros órganos recibe el nombre de “microbiota” o “microbiana”, incluyendo todos los tipos de microbios y sus elementos genéticos. El intestino es el principal albergue de un ecosistema de microbios íntimamente relacionado con la salud y la enfermedad.
Esta flora de microbios está distribuida en todo el cuerpo humano. Tenemos, además de la microbiota intestinal, la microbiota pulmonar con unos 2,000 genomas de bacterias por centímetro cuadrado de superficie, microbiota vaginal, dérmica (en la superficie y profundidad de la piel, microbiota lingual, salival y conjuntival).
Ejemplos de estos organismos microscópicos son los Lactobacillus, un género común en el tracto gastrointestinal, que producen ácido láctico que inhibe el crecimiento de algunas bacterias dañinas. Hay, también, algunas variedades de Bifidobacterias que ayudan a descomponer los carbohidratos y las proteínas que ingerimos. Además, los investigadores han confirmado que muchos miembros del microbioma ayudan a las funciones orgánicas: sintetizan vitaminas, digieren alimentos, etc.
Resumiendo, se ha descrito múltiples bacterias amigables, más de 21 cepas, que pueden contribuir prodigiosamente al mantenimiento de lo que científicamente conocemos como homeostasia o equilibrio interno.
